22 ago 2011

Desafío

Nunca nadie me había sorprendido. Aquella hoja había acabado en mi cuello, sin un solo ruido, acabando con todo su factor sorpresa. ¿Nada más que ofrecerme? Entonces, pagaría por ello.

Una mujer ya maltrecha y herida, confiada en sí misma y en su espada, que había creído poder vencerme de una manera tan burda. Me había sorprendido, cierto, pero aquella ofensa no volvería a suceder. Ya lleva en su rostro mi marca, aún incompleta. No tardaré en marcarla para siempre, y quien sabe, el silencio de la noche deja muchas preguntas en el aire. Y enmascara muchas hojas afiladas

3 comentarios:

  1. Que desagradable, si yo solo le pregunté si sabía dónde estaban... que gente tan maleducada hay por ahí.

    ~Kyra~

    ResponderEliminar
  2. Sobretodo, cuando le pones una espada al cuello, ¡qué escándalo!
    - Ethan

    ResponderEliminar
  3. La gente nunca entenderá que yo saludo así... nunca me comprenderán.

    ~Kyra~

    ResponderEliminar