30 may 2015

Siento la quietud en este lugar, ahora todo es tranquilo. Hay setenta veces siete espinas clavadas en mi ser si es que tuviera piel, a veces más cerca, a veces más lejos. Pero siempre hienden más profundo, abriendo heridas más profundas. Pero al menos existe el silencio. No se escuchan más gritos de esas almas que claman por ese tal Dios que nos abandonó a todos a nuestra suerte.
Si supieran la verdad, si supieran lo que hicimos por ellos...

Yo solo quería hacerles partícipes de la realidad, mostrarles el poder que teníamos a pesar de nuestra ausencia en el mundo durante tanto tiempo. Mostrarles lo frágiles que eran como criaturas inferiores, diseñadas a Su imagen. Hacerles ver que no pueden ser gobernados por el Hombre, que necesitan nuestra guía.

Todavía no estoy perdido, todavía puedo sobrevivir a esto. Debo hacerle entender que la necesitamos. Con tamaño poder escondido, ¿qué no podríamos hacer por estos humanos que tanto amamos? Diferentes modos, pero todos queremos ser los guías del rebaño.

No la veo, no la siento. Solo tengo el silencio y mi propio dolor reprimido. Sin poder gritar como desearía. He estado demasiado tiempo en esa maldita forma, la vanidad me ha hecho perder mi objetivo real en este tiempo. Pero cuando vuelva a sentirla, me escuchará, sentirá mis propósitos. Y seré libre una vez más.

28 may 2015

Los libros comienzan a agotarse. No son consumidos, pero sí devorados por mí en cierto modo. El cine, la televisión en general, no me consuela. Siempre se ha dicho que nos estupidiza, y lo último que necesito es perder la conciencia y toda mi atención por el constante flujo de imágenes predipuestos para la distracción.

Encerrado en casa, una vez me sumerja en ese mundo que nunca se detiene será difícil escapar. Porque ella entra y sale cuando desea. Es su hogar, tiene cierta libertad, nadie la busca con tanto ahínco... pero yo debo permanecer aquí. Desde que el coche impactó contra el árbol que circundaba el bosque, he estado huyendo de la amenaza constante sobre mi cabeza. Ese miedo y esa ha huida me hacen temer por mi cordura. No puedo dejar de pensar en ello, por eso emprendo nuevas huidas. Pensar en otra cosa, esa es mi única salida.

Libros y pensamientos.

Han vuelto recuerdos de cuando todo era diferente, lejos de reproches, insultos y otros modos de desprecio. Cuando ella me buscaba. Cuando ella conservaba esa luz tan brillante que en su día me alejó de su lado. Ahora esta se apaga, pierde brillo, muere poco a poco.
No quiere creerme, pero está muriendo. Antes no soportaba su sola existencia, y ahora deseo mantenerla viva. Como una llama moribunda que intento proteger de la brisa aunque mi piel sea de fino papel.

Ella tiene algo que necesitamos fervientemente y ni siquiera somos conscientes de ello. Una responsabilidad grande, pero que debo concienciar y mostrar a todos. Tal vez, tal vez sea ese el camino.

Torre

Ya no me importan muchas cosas. Ya no me importa hacer lo que tiempo atrás me habría horrorizado.
Simplemente, mi vida es puro caos. Y... creo que ya no hay vuelta atrás. Me siento como si estuviera en el centro de un lugar muy alto. Una torre aparentemente impenetrable bajo una lluvia que no me deja ver los peligros que se acercan. Muchas personas golpean las puertas que están casi quebradas y siento que pronto todas llegarán a la cima y se abalanzarán sobre mi cuerpo hasta hacerme desaparecer.
Sí, esa torre era aparentemente impenetrable, pero no hay que juzgarlo todo por su falsa fortaleza. Me siento fuerte, al mismo tiempo me siento débil. Valiente y cobarde. Capaz de comerme el mundo y consciente de que este se zampará mis entrañas antes de darme cuenta.

Es extraño... todo por un simple acto. No, no es simple, es complejo y premeditado. He matado a uno de mis enemigos sin compasión ni escrúpulos y le he condenado a una tortura eterna.
Lo peor de todo es que no me siento mal por ello, hasta... me tranquiliza. He hecho bien, lo creo firmemente. Era necesario, los seres así deben ser eliminados.

En general... mi vida personal empieza a darme un poco igual. No estoy dispuesta a seguir sufriendo como una imbécil durante más tiempo por simples... motivos humanos. Eso son. Problemas menores que roban mi atención. No puedo borrar mis sentimientos hacia las personas que he conocido, pero prefiero despreocuparme. Demasiado malestar en mi vida. Dicen que fuimos condenados a ese sufrimiento y quizá por ello quiero verlo ahora todo desde otro punto de vista.

Aquí, sobre mi torre, sigo a la espera de un temblor. No sé quién los causará. Desconozco si los cimientos de la torre caerán y me arrastrarán con ellos. Pero por el momento... no me arrepiento de estar aquí arriba. Yo misma la he escalado con todas mis fuerzas, sangrando mis manos y gritando mis lamentos.
¿Para qué sufrir por algo que no tiene remedio?

7 may 2015

Destrucción

La ciudad me parece mucho más oscura ahora.

Frágil, delicada. Llegan días más cálidos y los días se extienden un poco más en la luz que llega a nuestras calles. Es ignorante de muchas de las cosas que ocurren en sus calles.
Con el poder suficiente para poder hacer temblar sus cimientos, jamás pensé que podría regodearme suficiente en algo relativamente mucho más sencillo. Puedo quebrar una ciudad, plagarla de monstruos que harían realidad las pesadillas de niños y de los que ya no son tan niños.

Pero quebrar a una persona... es diferente. No diría placer. Pero sí te hace cuestionar cosas, te hace alejarte de todo. Como el que prefiere contemplar un terrible accidente desde fuera. Y te preguntas qué ocurrirá la siguiente vez, si es que repites algo semejante.

Dos vidas rotas, y en consecuencia de ello, quizás otras tantas a su vez.
Dicen que el poder de perdonar una vida es el verdadero poder. Pero tener la capacidad de destruir de ese modo... es algo que me ha hecho sentir mucho más vivo.

Más fácil, más intenso.
Y no sé si querré detenerme.

5 may 2015

Redención

"Todo será diferente".
Eso nos prometimos hace... no recuerdo cuanto tiempo. He perdido la noción de los días, y esos momentos en los que todo parecía que realmente las cosas cambiarían para bien se han caído como un ángel revolucionado.
Porque es cierto, todo ha sido diferente. Quizá cansada de recibir el dolor por parte de las personas que quise, una parte de mí decidió cambiar las tornas para hacer daño sin compasión. No puedo explicarme el por qué. Él me lo pregunta, quiere entender igual que yo quiero. Pero no lo entiendo, sencillamente... no hay otra razón. Será que mi alma está cansada de ser estable, que el tormento empieza a ramificarse lenta y dolorosamente por ella.
O será que no puedo ser de otro modo.

Es increíble como pueden cambiar las cosas. Antes permanecer a su lado era un estado pacífico, armonioso. Escapaba de mis horas muertas para correr a sus brazos, aunque solo fuera para permanecer en ellos todo el tiempo posible. Sin hacer nada más.
Y ahora... cada vez que me toca, que le siento a mi lado, que le escucho hablar o incluso respirar demasiado cerca... solo puedo sentirme incómoda. Y no es su ser lo que me produce ese estado. Son mis propios demonios, los que me atormentan y cada día se hacen más fuerte para hacerme desear terribles oscuridades.
Me duele el corazón.
Siento que somos una bomba a punto de estallar y que el detonador está más cerca a cada roce con su piel o a cada palabra que se escapa de nuestros labios.

Me siento atrapada. No me dejará escapar. Y tampoco me deja decidir lo que necesito. Es cierto que es él quién ha sufrido todo lo malo que le he hecho, ¿pero es sano permanecer juntos sabiendo que no hay solución posible?
No me concede tiempo.
No me concede distancia.
No me concede nada salvo permanecer. Es un verbo simple, vacío. Antes permanecía a su lado y sentía que estaba dotado de significado. Ahora me siento hueca, como si me abrazara a un muro de humo.

Estoy cansada de permanecer, pero debo concedérselo. Aún estoy esperando a que llegue el momento en que el detonador haga activar la bomba y sus palabras y sus actos me destruyan por completo. Y yo lo único que podré hacer será deshacerme entre sus llamas.
Pero no me importa.
Es lo que estoy esperando, es el modo en el que quiero redimir mis pecados.

Cuando todo acabe, al fin seremos libres.