21 may 2012

Dilemas, ataduras

Dilemas y más incertidumbre. Ha llegado a mí un nuevo miedo, tras mi visita al Infierno. Solo quedan semanas, con un poco de suerte meses, hasta asentarnos de nuevo. Y peor aún, en mi castillo, si logramos recuperarlo.
Me traerá recuerdos. Entre ellos la libertad restringida, el hecho de mirar por una ventana deseando recorrer aventuras. ¿Volverán las escapadas por las noches? Y si es así... ¿Qué pensaría mi familia? ¿Qué sentiría, más bien, Ethan?
Esperar a que mi hija crezca un poco, sea capaz de valerse por ella misma.

No quiero abandonar a mi familia, son mi mayor tesoro.
Si ellos supieran...
Jamás sabrán los pensamientos que rondan mi cabeza. Hace tiempo que no me desahogo contigo, Diario.

Adoro a mi hija, pero nunca estuve preparada para tenerla. En cierto modo siento... que se me impuso tenerla. Podría no haberlo hecho, pero me habría perdido su propia vida, ver su rostro perfecto y escuchar su voz llamándome "mamá".
Desde luego no me arrepiento, pero sí sé que no estaré donde mi familia necesita que esté.

No soy más que un espíritu libre.
Se tornaron las cosas al conocer a Ethan. Lo que al principio parecía tan solo una relación extravagante, se convirtió en una boda, en un embarazo y en un regreso a aquello que llaman hogar.
Pero jamás podría abandonarlo. Todo tiene su connotación positiva, y a pesar de ello no puedo vivir sin ninguno de ellos.
Aunque yo siempre he sido más bien pesimista.

Nunca he entendido por qué las personas acaban encariñándose con un lugar. No tengo ese concepto de hogar, ya mencionado. Es solo... un muro de piedra, que impide ver la vida más allá de ellos.
Si quiero recuperarlo es por simple arrogancia y venganza.

Cuando el momento llegue, los años que han pasado veloces en mi aventura volverán al ritmo pesado de antaño.

[Nuevo diario XIV]

20 may 2012

Tratos

No sé si aún he descubierto a lo que me enfrento. ¿Quién me diría que el Destino me acabaría llevando al mismísimo Infierno? Ya renuncié a los dioses, que permanecen dormidos ajenos a todo cuanto nos ocurre aquí. Al menos los Demonios, dentro de su naturaleza cruel o incluso indiferente, pueden ayudarme más que esos mismos a quienes tantas gentes adoran.

Era un lugar hostil, que no tardó en intimidarme. Más de una ocasión la pasé sentada, abrazada a mí misma y convenciéndome o intentándolo al menos, de que todo aquello no era real. Ethan había muerto, o eso me hicieron creer. Aunque yo sabía que en realidad todo era una trampa para asustarme, desde el principio.
Aún sabiéndolo, o sospechándolo, me acongojaron con visiones dolorosas e imposibles.

Quería hacerme notar, tal vez... incluso hacerme un hueco. Sé que será imposible, no soy más que una mortal. Pero por lo menos he conseguido llamar su atención.
Osada me llamaron... seguro que no saben hasta que punto. No sabía si pedir algo a cambio... es decir... Qué pedir a cambio.
Poder siempre suena bien, sin embargo había una petición mayor. Tenía que hacer algo, lo que fuera, para ayudar a salvar a toda esa gente que estaba muriendo de manera injusta.
Esperaba que mi información fuera suficiente para pedir un reclamo.

No deseaba un ejército bajo mi mando. Total, nunca he sido una buena estratega, tan solo la mano ejecutora.
Aún quedan unos años para comenzar la Revolución. Mis ataduras y obligaciones me impiden de momento intervenir en la masacre.

Solo unos años, Kyra... conseguirás no dejarlos indiferentes.

[Nuevo diario XIII]

19 may 2012

El conquistador

Es curioso observar esta maldita guerra como uno más. La he estudiado, odiado, adorado, admirado. Detenidamente, la he mirado desde todos los ángulos posibles. Y no he sentido más que ese frío desapasionamiento que me acompaña siempre. Nada me ha hecho detener esa masacre. No existe ese rojo intenso en el que se escapa la vida de cada una de mis víctimas, como en relatos épicos más viscerales. Ni siquiera las voces y gritos de aquellos a los que un día dije amar.

Creí que al decirlo en voz alta, se haría realidad. Pero sigo esperando a que aflore algún sentimiento que he fingido tener. Tal vez por eso pueda seguir con mi empresa. Busco un remordimiento, un límite a todo aquello. Y puedo decir con recelo que temo no encontrar esa ansiada sensación.

¿Tal vez deba emerger de las sombras y tomar mi trono? Todos encontrarían sorpresa, al ver mi insignificante figura como el rostro más temido de todos los tiempos. Eso pudiera resultar divertido, ver sus rostros... Pero tal vez no pudiera resultar el reproche. El odio.
Eso solo conllevaría más muertes innecesarias.

No. Esperaré. ¿Cuanto durará la fe en mi conquista? ¿Cuanta fuerza cobrará la esperanza? ¿Cuanto tiempo tardarán en formarse los grupos rebeldes en busca de rebelión?
No llegará perdón ni condena de los dioses que nos encerraron en esta oscuridad

13 may 2012

Ciudad perdida

Aquel lugar estaba masacrado por una guerra injustificada. Como todas las guerras, que solo buscan riquezas o territorios... ninguna vida vale tan solo ese precio.
¿Qué hacía Sol "colaborando" con todo ello? Realmente ya no quiero saber sus respuestas. Tan solo me han traído un profundo dolor y actos que no quiero que se vuelvan a repetir.
Sol... a veces pienso que tu enigma invade mi ser. No debiste rescatarme de mi nuevo Destino. Una lucha que me obligarían a realizar, ajena a mi familia, sin voluntad propia. ¿Acaso no merece eso una traidora?

Preferiría tu odio, mucho más justificado que tu perdón, tus actos. Parece como si nunca hubiera pasado. Y ahora de nuevo... te abandono a tu suerte.
No sé si realmente necesitas ayuda o no. Pero tarde o temprano iré en tu busca.

A esa ciudad perdida bajo el humo de la batalla.

[Nuevo diario XII]

12 may 2012

Las sombras

Creía que la luz se había apagado, que ya no sentiría nada más. Apenas puedo pensar, el dolor que siento, en mi cabeza y también en el resto de mi cuerpo es demasiado grande. Siento como si mi cuerpo se moviera por espasmos difíciles de controlar. No recuerdo llegar a los sitios en los que despierto. Los rostros a mi alrededor son máscaras que provocan terror, confusión.

Y una voz que nos acuna a todos. Ese es nuestro consuelo, colectivo. Esa sensación de calma que llega desde esa voz nos calma a todos, podemos sentirlo, como una vibración. Incita al sueño y a olvidar el dolor.

También el odio, es dificil del olvidar. Ajeno a nosotros, pero intenso. Un objetivo, como si lo hubieramos vivido desde otra piel. Sabemos quien es, y donde encontrarle. Sea quien sea, eso es lo de menos. No queda tiempo para sentir miedo, pararme a pensar porque sigo en pie, porque hago lo que hago. La respuesta puede resultar demasiado horrorosa. Como volverse hacia atrás cuando sabes que allí está tu final, inevitable. Sabes que está ahí, pero prefieres no mirar.

Piezas sin encajar

Los días en Fharin transcurrieron rápidamente. No era buena idea continuar ahí, con un muerto bajo mi carga, y esos dichosos cazadores de magos que me tendieron una maldita trampa.
Descuidé mis pasos en ese momento. ¿Desde cuándo me importa a mí lo que le ocurra a otra persona que ni siquiera estoy segura que me proporcionará algún beneficio? De ahora en adelante solo pensaré en mi propio bienestar. Mantenerse fría es la mejor opción, más aún cuando hay alguien detrás de mí planenado matarme.
No se librarán de mí, el primer paso para dar sentencia de muerte será mío, a la próxima persona que busque acabar conmigo.
John no sospecha nada, el muy iluso piensa que solo soy una muchacha desprotegida. Aunque... su protección no me desagrada. Es más, disfruto bastante de su compañía y sé que nuestro viaje será agradable.
Él... parece sentir algo más intenso, al menos poco a poco. Quizá así puedo mantener mejor el trato.

¿Por qué me pesiguen exactamente? Puede que sea por aquella instusión en las alcantarillas... pero... a John aún no le han atacado. Es posible que sospechen algo de mí, totalmente ajeno a ello. Sin embargo ellos me recuerdan a aquella especie de araña, o lo que fuera. Mecánico.
Cuando atrape a alguno de esos canallas, desmontaré su vida pieza a pieza.
Puedo volver a hacerlo.