27 mar 2016

Devolví a los cielos aquel arma que me habían concedido durante un tiempo límite, una vez cumplido el propósito que allí nos había traído.
Todo había sido muy diferente a lo que esperábamos, pero no parecía... perdido. Era curioso.

Esa muchacha estaba atendiendo a la que aseguraba que era su enemiga, y la cual estaba seguro que le había impedido ser feliz durante el tiempo que durase aquel compromiso forzado. Pero ahora se deshacía por salvarla y también por no ser vencida por el desmayo.
Los mortales somos seres cambiantes, en constante flujo y decisiones... pero ¿tanto?

¿Qué había marcado el cambio?

Cuando le lanzaba toda la fuerza que Aelthar le había concedido al nacer, no parecía pensar en la compasión.

Apenas se percibe cuando cae desfallecida. Es como si se hubiera tumbado a descansar, paulatinamente, casi como para caer en un sueño reconfortante.
Y como en una representación teatral, es momento de aguardar, de esperar. Que surjan preguntas, que florezca la añoranza, que la tranquilidad de su alma inquiete su mente con nuevos propósitos.

25 mar 2016

Compasión

En ocasiones la oportunidad se presenta sin que apenas te des cuenta. El momento que, en parte, llevas tiempo deseando sin siquiera ser consciente de ello. De haber sido consciente quizá nunca habría llegado a ese momento, por pura cautela y miedo a mí misma.
Pero de pronto, al verlo, al tenerlo al alcance... mi deseo era tomarlo.

Dentro de esa tormenta, en el ojo del huracán: Oscuridad, artes prohibidas y dos enemigos. Uno de ellos aliado, desconozco por cuánto tiempo. La distracción que él suponía para aquella mujer de cabellos rojos, la cual parecía un títere a manos de esa oscuridad, facilitó mi venganza.
Mi primer ataque fue producto del miedo al no anticipar tanta cercanía a ella. Luego, inspirada por ese método de invocación que Satas utilizó para obtener su arma, invoqué un rayo que impactó de lleno sobre el cuerpo de esa mujer.

Cualquier excusa era buena. En ese momento donde tuve que salvar a Satas del lazo de aquel zarcillo, no dudé en impactar de nuevo sobre aquel cuerpo inerte con otro de mis hechizos más poderosos.
Olía a carne quemada, de una forma cada vez más penetrante.
En parte no sabía lo que sentía dentro de mí. Además del impacto que me causaron esas terribles imágenes del cuerpo de Melissandre siendo calcinado por un rayo o impactado por el fuego... sentí la ausencia de toda emoción que me empujaran a detenerme.

Creo que de no ser por la aparición de Yue, habría acabado con ella.
Pero su presencia me dejaron ver que los Dioses seguían a mi lado y que si fallaba me dejarían sola y desamparada.
Entonces pude sentir parte de lo que estaba haciendo. Mis ojos se abrieron, y afortunadamente fui capaz de escuchar las palabras de aquel espíritu plenamente bondadoso.

- ¡Detente!-Grité a Satas, con la sensación de que esa voz no salía de mí.- Debemos tener compasión.

Compasión... hacia Melissandre...
Aquella mujer que no me ha dejado descansar durante años, que me ha impuesto la voluntad de un Dios terrible al que temo cada vez más.
Ella... ¿tendría compasión de mí?
No... desde luego, ella nunca ha tenido compasión de mí.
Pero yo soy mejor que ella. Y todo va a terminar, lo desee o no.

- Tu Dios no ha podido salvarte.

18 mar 2016

Creía tener la situación bajo control, y al final todo se ha desmoronado como un castillo de arena. Ahí creí poder refugiar a los pocos seres queridos que saben que todavía sigo vivo y que creo guardan algo de afecto por mí.
Pero un paso en falso más y acabaré perdiendo incluso eso.

No podía habernos encontrado de forma tan fácil, destruyendo todo lo que había tocado y además venciendo sobre ese duelo silencioso en los que había demasiados inocentes en peligro.
Ahora estoy solo, con mis pensamientos, intentando adivinar la próxima jugada. Hacer movimientos sin perder demasiado.

Sin que Therin volviera a ver a su familia en peligro.
Sin que Iefel volviera a temer por mí.

Todo por intentar hacer de mi vida algo nuevo, algo con lo que dejar de estar en las sombras. Acoger a otros, volver a educar, hacer un refugio.
Tal vez mi lugar esté en las sombras, sin destacar, a salvo... a salvo de todo aquel que no quiere ver a otros brillar con una luz de esperanza.

12 mar 2016

Volvió al campamento, a aquel nuevo refugio que habían encontrado después de ser atacados en el bosque, para encontrar a los compañeros que todavía permanecían a su lado.
No eran muchos, pero siempre serían suficientes. Aquel gran ejército del pasado era multitud, demasiados para ser controlados. Aquella era la fuente de su fracaso.

La joven Natinne se alzó para ofrecerle más abrigo en aquella noche fría, después de su larga ausencia. Ahí encontró cobijo, comida caliente y buena compañía, que curaba el alma del desasosiego tan común en los tiempos que corrían.

Cuando la normalidad regresó tras su llegada, sintió a su más allegada sentándose junto a él.

- ¿Qué fue del encuentro?
- Todavía duda... duda demasiado. Pero aprenderá a confiar.
- Eso le permitirá conocer.
- ... no si está tan envenenada por el miedo... y será difícil de arraigar.

Ella sonrió confiada, y se atrevió a acariciar su espalda.

- Siempre has sabido disipar los miedos. Por eso estamos aquí, a tu lado.

Ambos encontraron sus miradas, sabiendo encontrar consuelo ante tiempos tan oscuros. Quizás pronto serían más entre los que buscaban un futuro diferente.

2 mar 2016

Noches de Estocolmo

Esta noche ha marcado la diferencia entre todas las que llevo aquí. Aunque señalo que no son demasiadas. La visión de esas criaturas, invocadas por aquella persona a la que imagino un igual, no me produce escalofríos.

En realidad, fue emocionante salvar a Greguer. Pocas veces dejo ver mi verdadera naturaleza, sin embargo en esta ciudad me siento anónima aún sabiendo que no lo soy. Siento que mi verdadero ser está sediento de algo que desconozco. Ni siquiera sé cómo me veo ahora que estoy más corrompida que cuando llegué a este mundo. Lo bueno de esa consecuencia es que puedo usarla a mi favor para causar aún más pavor.

No fue difícil espantar al invitado no deseado en esa fiesta, en el cual no percibí gesto de horror. Cierto es que aquello que invocaba no era cualquier cosa. Pero tengo la sensación de que volveré a verle pronto.
¿Quién será? ¿Qué querrá?
Dentro de mí hay una intensa curiosidad que quiero saciar. Si nos encontramos de nuevo... si descubro sus intenciones, tendré que actuar en consecuencia.

No permitiré que nadie vuelva a romperme, que nadie me hiera. Sea cuál sea el precio a pagar.

1 mar 2016

Esta noche ha caído dormida antes de lo que esperaba, y eso me deja tiempo para pensar en tantas cosas...
El humo del cigarrillo asciende, como mis pensamientos. Observo como su pecho desnudo asciende y desciende, durmiendo al parecer sin pesadillas. Después de esa terrible visión, cualquiera estaría temblando. Pero no era cualquiera.
Había visto tantos horrores del lugar en el que procedía que podía estar... en cualquier estado dentro del cual ya no te importa nada.

No me había parado a pensar en la salud de ¿su alma?, sólo en su integridad física. Y me arrepiento tanto.

Parecía feliz de estar en la ciudad, con nosotros, en aquella nueva casa. Pero empiezo a dudar de cuanto de aquello era sincero, sin que siquiera se diera cuenta.

Quizás estaba fingiendo, jugando a ser humana, con lo poco que le quedaba. La sombra de Dasha que había creído ver quizás no escondiera su esencia, después de tanto dolor. Quizás ya no existía.

Sentí un escalofrío, profundo. Tanto como el abismo que veía ante mí. Como la llegada de lo inevitable, sólo que pensando en qué haría si realmente la había perdido. Si toda esa felicidad era apenas un espejismo.

Esta noche he derramado lágrimas de sangre que ella no podrá consolar. Y la duda seguirá conmigo, tal vez hasta un nuevo amanecer que yo pueda contemplar.