3 dic 2010

Lejos.

Nuevo día empieza en el campo de refugiados. Una horrible sirena nos despierta. Dormimos en literas de tres personas (parte baja: Jack, intermedia: Otto, alta: Yo) así que miro hacia abajo y veo que tanto Otto como Jack se encojen y se echan la sábana por encima, me vuelvo a tumbar y hago lo mismo.
Al cabo de un rato viene un soldado gritando:
-¡¡ARRIBA!!
Jack, Otto y yo hacemos unos gruñidos de recién levantados y pasamos.
-VENGAAAA...¿EH? ¿¿USTED QUE HACE AHÍ, SEÑORITA??
Me asomo un poco y veo un vulto en la cama de Jack y una chica pelirroja saliendo de ésta. Esa chica se llama Evelyn, es la "novia" (su relación no está muy clara) de Jack; a mi, personalmente, no me da muy buena espina esa chica...Pero bueno, él ya es mayorcito para saber con quien quiere salir y con quien no.
Al final Evelyn sale corriendo de la cama y se va a por el desayuno.
El soldado nos despierta a Otto y a mi, Otto se levanta, yo no.
-¡¡LEVAAAANTESEEEE!!-me grita el soldado mientra me quita las sábanas.
Mi respuesta: darme la vuelta.
-Tranquilo, ya la despierto yo, ahora vamos-oigo decir a Jack.
El soldado se va refunfuñando. Jack me coje en brazos...o bueno, más bien como si llevase un saco al hombro y practicamente me tira al suelo.
-Buenos días a ti también-le suelto.
-Buenos días-dice sonriendo.
-Bueeeeeeeeeeeeeeeno...vamos a desayunar potingue, que tengo hambre-suelta Otto saliendo de la tienda.
-Potiiiiiiiiiiiiiiigueeeeeeeeeee...-dice Jack adelantando a Otto.
En el campo hay una especie de sala donde nos sirven el desayuno, almuerzo y cena. Y siempre es lo mismo: una especie de potingue gris...pero que esta bueno.
Encontramos una mesa donde esta sentada Evelyn y Jack se dirije hacia ella babeando...no sé si era por la comida o por ella...me decanto por la primera.
Saludamos a Evelyn y nos sentamos con ella.
Jack empieza a comer como un auténtico bestia, tiene hambre. Entonces, el mismo soldado que nos despertó antes se dirige a Jack gritando:
-DEJA DE COMER ASÍ, COME COMO LAS PERSONAS.
Jack le mira con los carrillos hinchados y el soldado se los explota con los dedos...y se llena la cara con potingue gris.
-Culpa tuya-dice Jack antes de empezar a comer otra vez.
El soldado le hace el gesto de "te-tengo-calado" y se va.
-Uuuuh...te ha cogido tiiirria...-suelta Otto.
-Ten cuidado en las duchas, porque ahora serás su putita...-suelto yo.
-Me da igual-dice sin dejar de comer.
Evelyn le mira horrorizada...creo que no sabe que Jack es Bisexual, aunque, la verdad, yo tampoco lo supe hasta que me lo dijo...no lo aparenta ni mucho menos.
Jack se da cuenta de la mirada de Evelyn y suelta como si nada:
-Eem...uh...si...que asco...hombres-y sigue comiendo.
Evelyn sale corriendo del comedor escandalizada, Jack va detrás de ella como un perrito faldero.
Otto y yo seguimos desayunando hasta que vemos a Jack paseando bastante decaído. Ambos vamos hacia a él.
-Eeeh...tííío ¿Que te ha pasaaado?-suelta Otto echandole un brazo por encima de los hombros.
-Nada...-contesta.
-Venga, Jack, hemos pasado por mucho, puedes contárnoslo-digo abrazándole también.
Jack suspira:
-Pues...es Evelyn...dice que tenemos que darnos un tiempo...
¿Veis? Lo sabía, sabía que le acabaría haciéndole daño.
Otto y yo nos miramos y soltamos a la vez:
-Que te ha dejado.
Jack se pone cabizbajo.
-¡Pero no te desanimes! Hay más chicas en el mundo-dice Otto con el puño en alto-. Como Alexia, que está tan...
-Otto...-suelto.
-...buena...que la cogía y ¡ZASCA!
-¡¡OTTO!!-le pego una bofetada.
-Au...vale...es que hace tiempo que no mojo...Por cierto, he soñado contigo.
-¿Ah, si?
-Y tanto...-pone cara de pervertido.
-¡OTTO!
-Vaale, vaaaale...En estos momentos es cuando echo de menos las regañinas de Theo...hubieseis hecho una buena pareja, Álex.
-¿¿¿QUÉ????-respondo sorprendida.
-Ya sabes, a Theo le gustabas.
-¿¿¿CÓMO???-vuelvo a soltar. No, no...es imposible lo que dice Otto...
-...¿No te lo llegó a decir?
-La verdad es que no...
-¿No te diste cuenta?-dijo Jack-. Se veía a kilómetros que le gustabas, y mucho.
-Pues no, no lo sabía ¿vale? Pensé que era amable conmigo...no estoy acostrumbrada a gustarle a los chicos para algo más que no sea sexo...
-¿Crees que lo tuyo con Theo hubiese funcionado?-pregunta Otto seriamente.
-No lo sé...he llegado a querer a Theo muchísimo...pero no creo que hubiesemos estado juntos...tal vez en un futuro podría haber funcionado...pero no lo sé.
-Nunca se sabe-dice Jack.
No podía creer lo que estaba sucediendo...¿Por qué tenía que enterarme ahora? Miles de pensamientos confusos pasaban por mi cabeza. Echaba mucho de menos a Theo...pero no estoy segura de que él hubiese querido vivir en este mundo.
Entonces lo veo, estoy segura que lo he visto...una persona en silla de ruedas cerca de la valla. Otto también lo ha visto porque empieza a correr hacia esa dirección, yo le sigo, Jack sin embargo no lo ha visto y se queda más atrás que nosotros.
A medida que nos vamos acercando la silla de ruedas desaparece sin más. Otto y yo buscamos desesperados, preguntamos a la gente. Jack al escuchar nuestras preguntas también empieza a preguntar al resto.
Entonces veo como una chica se engancha a Jack y empieza a restregarse contra él. Jack intenta zafarse, pero la chica no se suelta.
Me acercos a ellos y le grito a Otto desde lejos:
-¡Otto!
-¿Qué?-responde desde lejos.
-¡Ésta quiere un polvo!
-¿¿Qué?? ¡¡MOLA!!
Otto viene corriendo y se lleva a la chica en un abrir y cerrar de ojos.
-De nada-le digo a Jack.
Jack suspira.
-Bueno...¿Por que Otto y tu empezasteis a correr de repente?
-Vimos a una persona en silla de ruedas y...bueno...parecía Theo...Y echamos a correr.
Jack me pasa un brazo por el hombro y me aprieta contra su costado.
-Bueno, ¿qué hacemos?-dice soltándome.
-No sé, volvámos a la tienda. A lo mejor allí encontramos algo que hacer.
Mientras caminamos hablamos de cosas sin importancia, típicas conversaciones estúpidas que se tienen cuando te aburres. Llegamos a la tienda entre risas por no se qué chiste pero nuestras risas paran en seco...vemos algo no muy agradable en la tienda. Si, es Otto tirándose a la ninfómana.
-¡AGH! Que...asco...-dice Jack mientras salimos.
-Si...es...asqueroso...-afirmo.
Los siguientes acontecimientos sucedieron de forma muy rápida, así que omitiré detalles (porque ni siquiera yo sé lo que pasó realmente) e iré al grano. Si, Jack y yo acabamos follando en la litera de abajo. Todo iba bien hasta que oímos:
-¿Jack?
Jack miro por encima de mi hombro y se pone pálido. Yo miro de reojo y sí...era Evelyn. Aunque no se por qué se escandaliza tanto...lo dejó ella (lo que sea lo que hayan tenido). Vale, lo sé, no debería haberlo hecho, solo hacía apenas una hora que lo habían dejado y no queda muy bien que tu reciente "ex" te pille con otra en la cama...Bueno, en mi defensa diré que empezó él.
Evelyn sale corriendo y Jack y yo nos apartamos y nos vamos vistiendo.
-Álex-dice Jack.
-¿Qué?-respondí esperando un: "Esto no puede volver a suceder, quiero a Evelyn y...blablabla" además de cursilerías varias.
-No te asustes pero...em...no hemos usado...protección.
-¿!QUÉ?! ¿¿POR QUÉ??-Oh dios, otra vez no, otraveznootraveznootravezno...
-Bueno...tranquilízate, hay un puesto de enfermería aquí, podemos ir esta noche y todo se arreglará...Tenemos experiencia en esto, ¿recuerdas?-bromea.
-¡IMBECIL! ¿¿Y tú por qué cojones te acuestas conmigo??
-Porque eras el animal más cercano en tiempo de necesidad...y vamos, tu no te has resistido mucho que se diga...
-¡Imbécil!
Por si no lo recordais, Otto estaba follando en la litera de arriba con la ninfómana de antes...La cual acaba de bajar poniendose el pantalón.
-Buenas...-musita saliendo de la tienda.
Parece que tanto Jack como yo nos habíamos olvidado de ella y de Otto.
Nuestro amigo baja jadeando.
-Wuf...qué tía, eh. Vamos a ducharnos, que si no se llenará hasta los topes.
Nos dirigimos hacia las duchas, una vez allí Otto y Jack van donde los hombres y yo donde las mujeres.
Entro en las duchas y como el día no podía ser más redondo me encuentro a Evelyn debajo de una de las alcachofas, tiene la mirada perdida. Paso detrás de ella rezándo que no me haya visto...y como hoy la suerte no está de mi parte me ve. Me mira y me dice:
-¡Tú!
Acto seguido se abalanza sobre mi e intenta estrangularme. Yo le tiro del pelo y con la otra mano le pego en la cara, me suelta y le doy unos cuantos puñetazos más, las clases de boxeo de Otto son útiles. Llegan unos soldados que nos separan.
-¡Suéltame! ¡Voy a matar a esa guarra! ¡Que me sueltes!-grita Evelyn intentando zafarse del soldado que la sujeta.
En ese momento no se me ocurrió soltar otra cosa que:
-¡Pues esta guarra puede que tenga un Jack Junior!
-¿QUÉ?-exclama ella antes de desmallarse.
Los soldados se llevan a Evelyn y yo me dirijo a las duchas masculinas. Busco a Jack y le grito:
-¡Asegurate de que has terminado con alguien para follarte a otra! ¡Ah! ¡Y dile a tu zorra que se controle!
Jack y Otto me miran sin entender nada y yo vuelvo a las duchas femeninas y me visto. Salgo a dar un paseo y veo el puesto de enfermería, me acerco para lo de las píldoras...así me quito un problema de encima.
Entro en el puesto y...¡Catherine! ¡Si! ¡Es ella!
-¿Alexia?-dice mirándome con los ojos como platos.
-¡Catherine!
Corremos a abrazarnos, la he echado mucho de menos...me alegro tanto de que esté aquí.
-¿Qué haces aquí? ¿Necesitas algo? ¿Estás bien?
-Tranquila, estoy bien, estoy bien...bueno...vengo a por una cosilla.
-¿El qué? Cuéntame.
Nos sentamos y le cuento todo...desde que conozco a Evelyn hasta ahora.
-...Y eso es todo-concluyo-. Y bueno, como comprenderás necesito la píldora...
-No deberías de haberte aprovechado de la situación, Alexia...
-Si, lo sé, es todo inmoral y todo ese rollo...¿Quieres darme esa píldora de una vez?
-No puedo, necesitas más tiempo para tomarla. Hace apenas unas horas que has mantenido relaciones sexuales...pásate mañana por la mañana...Por cierto, tu tío está aquí, ¿lo sabes, no?
Lo vi al llegar aquí, pero no le hice mucho caso. Mi relación con mi tío no era muy buena, como que llevamos mucho tiempo sin saber de él y bueno...como que paso de él como de la mierda.
-Ya...lo he visto por aquí...
-Pues tengo que avisarle de esto, eres menor de edad y tu tío es el único pariente cercano que tienes aquí.
-Catherine, por favor, no lo hagas...Catherine...
-Lo siento, Álex, tengo que hacerlo.
-Lo que tu digas.-me voy de la enfermería.
Cuando llego a mi tienda...¡Sorpresa! Mi querido tío está allí esperándome.
-¡TÚ! ¡NIÑATA!-me grita.
-Yo también me alegro de verte...
-Cállate-y acto seguido me cruza la cara de una bofetada-. Ya me han informado de lo que has hecho...¿CÓMO SE TE OCURRE?
-...
-Eres una niñata, ¿y sabes qué? te vienes conmigo.
-¿Contigo? Ni de coña, déjame en paz.
Voy a entrar a mi tienda cuando mi tío me hace retroceder cogiendome del brazo y me pega otra bofetada.
-Ahora vas a hacer lo que yo diga, ¿entendido?
-Al menos dejarás que coja mis cosas, ¿no?
-...Tienes un minuto.
Entro en la tienda con el rostro ardiendo...por las bofetadas y por la furia. Dentro de la tienda están Jack y Otto que parece que lo han oído todo, los tres nos quedamos en silencio. Recojo mis cosas y me acerco a Jack, que tiene a Cipotito en las manos (puto nombre del gato...)
-Dámelo-le digo.
-Pero...-dice achuchándolo.
-Devuélveselo, tío...lo necesitará-dice Otto quitándoselo de las manos y colocándolo en su cestita-. Echaré de menos compartir vivienda contigo, Álex-y me abrazada muy fuerte.
Jack se levanta y me abraza también, está muy serio, demasiado.
-Vamos, chicos...no es el fin del mundo, solo me voy cinco tiendas más para la derecha.
-¡Pero son cinco millas para nuestro corazón!-bromea Otto dramáticamente con el brazo como si fuese a echarse a llorar.
Nos reímos y me despido una vez más de ambos. Salgo de la tienda con Cipotito y el resto de mis cosas.
Llegamos a la tienda de mi tío; es igual de grande que la mía, sólo que creo que él no la comparte con nadie.
-Siéntate-me ordena colocando una silla.
Hago lo que me dice en silencio. Empieza una bronca monumental...De vez en cuando me da otra bofetada o me zarandea...yo empiezo a asentir a todo automáticamente, sin pensar.
-...Ni siquiera sé como tus padres no te devolvieron al maldito orfanato...-suelta de pronto.
¿QUÉ? ¿QUÉ?
-¿CÓMO?-exclamo de pronto.
Mi tío palidece levemente, como si hubiese dicho algo que no debía.
-Pues si, niñata, eres adoptada...supongo que serías lo suficientemente inteligente para sospecharlo...no os parecíais en nada...pero te querían mucho, no entiendo por qué si solo traes problemas...
-¿Qué...que pasó? Con mis...padres biológicos...
-Muertos, murieron en un incendio...no sé si fue causado o fue accidental...¡Pero eso no es de lo que estamos hablando!...-y sigue con la charla.
Adoptada...lo sospechaba, la verdad...A decir verdad casi no recuerdo nada de mi vida antes de los 10 años...y lo que recuerdo, ellos no están...Ahora entiendo mis pesadillas con el fuego, esos pasillos oscuros de mis sueños...Miro mi mano derecha, ahí está, mi cipo...creo que lo tengo desde siempre; encendiendo y apagando, así sucesivamente.
La bronca termina y subo a una litera con Cipotito y me acurruco junto a él. Oigo a mi tío salir de la tienda, creo que va a por la comida...si no vuelve mejor para mi.
Apenas como y me tiro la mayoría del tiempo mirando al techo. Mi tío se vuelve a ir, esta vez a por la cena.
De pronto veo una cabeza rapada asomada a la puerta de la tienda.
-¿Jack? ¿Qué haces aquí?
-Toma, tomátela y ya está-dice dándome una pastilla-. Hasta luego-Y se va corriendo.
Miro la pastilla...hay un dibujo de un bebé tachado. No me lo pienso dos veces, me la trago.
Cuando llega mi tío empiezo a sentirme mal, muy mal y me tumbo en la cama.
Mi tío en un acto de "preocupación" pregunta:
-¿Qué te pasa? ¿Estás enferma?
-Será...la cena...me ha sentado mal.
-Vale.
Fin de la conversación.
Me duermo rápidamente.
Despierto en la enfermería...un acto de cariño por parte de mi querido tío, supongo.
Me incorporo y veo a...¿Jack? ¿Evelyn?
Evelyn está en una camilla y Jack está al lado suya. Que romántico...chorradas.
Por lo que escucho en la conversación, Jack a utilizado a Evelyn para conseguirme la pastilla, y ahora lo siente...y ella llora, y él la consuela, y demás gilipolleces.
Al rato llega Otto corriendo a la enfermería haciendo señas para que guardasemos silencio.
Yo me acerco a él, Jack hace lo mismo.
-¿Qué haces aquí?-pregunta Jack.
-Shhh...¿lo ois?
Escucho atentamente:
-*gemidos*
-¡FUEGO!
-*gemidos*
-¡NECESITAMOS REFUERZOS!

Trago saliva.
-Son...¿zombies?
-Exacto, hay que salir de aquí cagando leches, vamos-susurra Otto.
Jack coge a Evelyn en brazos y salimos sigilosamente.
-¡ESPERA!-exclamo.
-¡Ssshh! ¿Qué?-dice Jack.
-¡Cipotito! ¡Cipotito!
-Ya voy yo...subid al Jeep aquel, rápido-dice Otto.
Subimos al Jeep y esperamos a Otto, que llega rápidamente.
-Bien...¿hay armas aquí?-pregunta Jack.
-Si, debajo del asiento hay dos pistolas, también hay un kit de supervivencia...podemos irnos.
Otto arranca y tira una valla abajo. Y huimos lejos, muy lejos, sin mirar atrás.

13 sept 2010

William, La sangre de Tavala's Rock (Cyberpunk)


Nombre: William Von Karma

Edad: 28 años

Sexo: Masculino

Cabello: Largo, negro

Ojos: Negros

Altura: 1'75 metros

Raza: Humano

Tipo: Ladrón

Profesión: Trabaja en The Sevenstripes





12 sept 2010

Aslaf Street, n. 321

¿Adivinan quién se refugia aquí? Todos los tesoros recaudados por VonKarma (todos de procedencia dudosa) se concentran aquí. ¡Límpiense los zapatos!, y bienvenidos

The SevenStripes

Éste es el local en el que la aventura comienza.

Pasado en llamas (001)

Todas las ciudades tienen historias, historias que merecen ser contadas. Muy pocas son escuchadas, pero merecen su mención, ya que es la sangre de todos los que allí viven. Esta es la historia de la Sangre de Tavalas Rock.

Un disparo. Lo oyó silbar a pocos milímetros de su oreja, y las astillas que estallaron frente a él por poco le atraviesan los ojos. Cambió de dirección mientras escuchaba gritar al dueño de la casa, de la cual estaba cometiendo robo.

-¡¡Maldito hijo de perra, voy a cortarte...!! - dijo su anfitrión. No pudo escuchar el resto, ya que la puerta principal se abrió para dejar paso a un muchacho demasiado fornido para vencerlo en combate. Se avalanzó contra la salida, provocando una sorpresa aún mayor.

Bajó las escaleras que lo separaban del suelo 3 pisos, y un golpe de gracia quiso que cayera en... entre cajas de basura y otros desperdicios. Eso fue lo único que evito que el muchacho saliera malherido volviendo a casa, sin la pieza robada. Una vez a salvo de aquella paliza, ya que el dueño de la casa había desistido en su búsqueda, volvió a casa casi saltando por haber conseguido su premio: una Jvc_rcm00




Huyó a lo que era su hogar, ya que las sirenas de la policía se acercaban cada vez más. Allí, colocó la aparatosa radio en un lugar bien visible, como si fuera un trofeo que exhibir. Se quedó contemplandola hasta que una voz lo sobresaltó:

- ¿Eso es lo que hoy has traído?

Era su compañero, de habitación y tal vez de celda, si llegaran a encarcelarlos. El pequeño Dapper (o Dan'Up, si se daba el caso). Su gran chepa lo hacía reducirse a la altura de 165 metros. Sus manos y su gestualidad asemejaban a la de un roedor, y casi actuaba como tal. Su pelo, en cresta, mostraba en arcoiris casi en plenitud. Observaba el nuevo instrumento y hurgaba, intentando descrubir una increíble cualidad que lo hiciera de mayor valor. Pero claro, era el capricho del ladrón. De él, de William VonKarma. Y con sus manos, podía conseguir cualquier cosa.

Tras unas discusiones varias, descubrió que Dapper tenía algo extraño en sus pupilas... Al acercarse, vió un pequeño neón que desfilaba en vertical por sus ojos con la siguiente frase:

EL ORDENADOR ES TU AMIGO

... Era otra de las extravagancias del renacuajo: las lentes de última generación. Al ver que por fin lo había descubierto, Dapper fue de vuelta a su refugio, su habitación privada de la que apenas salía. Will dejó que se marchara y tuvo la genial idea de echarse a dormir...

Dormir con la música rock a todo volumen... el sueño de todo cyberpunk.

I’m on the highway to hell...
I’m on the highway to hell...

Aquello fue lo que sacó del sueño al ladrón. La maravillosa voz del viejales de su jefe resonó en toda su oreja.

- ¿Con que escaqueandote de tu trabajo, eh, capullo? ¡Te descontaré del sueldo la noche que te has pasado a tu bola, maldito comemierda! ¡¿Me has oído bien?!
- ¿De qué me hablas? ¡Ayer libraba, carcamal! - dijo Will, por fin del todo despierto.

El jefe siguió con su verborrea, hasta que por fin decidió darle fin colgando la llamada. El local, el SevenStripes, no estaba lejos, y podría ajustar cuentas de una vez, en vez de escuchar los gritos por el dichoso auricular del teléfono. Algún día acabará rompiendose de tantos gritos, de eso estaba seguro Will.

Así que dejó a Dapper trajinando en la cocina, mientras el iba a saber de que iba la noche en el local. Estaba cerrado en aquellos momentos para el público, pero en el interior se desarrollaba la batalla de volver a reconstruirlo como un lugar decente* y adaptable para las copas.

*Advertimos que el sentido de DECENTE no es aplicable según el concepto de hoy en día.

En el interior se hallaba Candy, el dulce de todos los bares en varias manzanas a la redonda. Su magnífica cabellara rubia y su esplendoros cuerpo fueron lo primero que acapararon los ojos de Will. Una voz caló en lo profundo de aquella maravillosa visión con las siguientes palabras:

- ¡¡Hey!! - chasquido de dedos - Tengo cara, ¿sabes?
- Perdona, Candy, estaba comprobando como estaba el bar hasta que... - se excusó Will, pero ella volvió a la carga:
- Claro, claro... - dijo lanzándole un trapo a la cara, mientras se reía. - Vamos, ayúdame.

Ambos fueron adecentando el local, poco a poco. Pero la paz fue rota cuando un grito de Candy, procedente del almacén, hirió los oídos de Will. Y la escena hallada no fue mucho más enriquecedora: un cadáver estaba tendido junto a la puerta de emergencia, que daba acceso al almacén.

No tardó en aparecer la guinda del pastel: el viejo, dueño del local y superviviente de aquella ciudad de locos. Escuchó atentamente las palabras de Candy, que le explicaron todo lo sucedido. La mejor opción, si una de ellas era que encontrara el cadáver y formara un caos.

Con toda la calma de que fue capaz, el viejo registró el cuerpo de nuevo. En su pecho, grabado a cuchillo: CUENTA SALDADA. En sus bolsillos, su identificación: Benjamin Keller, 23 años. Y en su muñeca un extraño grabado a fuego. Candy perdió todo asomo de dureza y tranquilidad: tembló y lloró, corriendo hacia un lugar aparte.

Ante Will, las palabras surgieron como un volcán en erupción:

- Mi padre tenía esa misma marca...
- ¿Y no sabías que significaba?
- Creo que tal vez sea hora de averiguarlo.

Diario del narrador, G.D.
Acto I: Pasado en llamas (001)

22 ago 2010

19 jul 2010

Algo de antaño

Me despierto en mi motel. Una noche dura, sí, pero bastante grata. Recuerdo que aún me quedan algunas cajas que trasladar a casa de Alexia. En recepción todo esta tranquilo. Camino a un ritmo normal y finalmente llego a la casa. La puerta está abierta, por lo tanto, entro. -¿Qué haces aquí?-Escucho al instante de entrar. -Ehm...Aún no he terminado el trabajo, me quedan unas cajas por descargar. -Ah, vale... Acto seguido, su padre aparece en el salón recién levantado. Me mira alarmado y me suelta: -¿Quién es usted? -Soy Jack Layton, el de la mudanza. -Ah, es cierto...¿Quiere algo de desayunar? -Pues...-A decir verdad, aún no he tomado nada, y mi estómago ruge rotundándolo. No me da tiempo a responder. -Haré tortitas.-Y dicho esto, desaparece en la cocina. Antes de poder pronunciar palabra alguna, escucho su voz provenir de la cocina pidiéndole a Alexia que compre más masa para las tortitas y sirope. Ella responde con un desganado "vale". -¡Eh, tú! ¿Has terminado, no? Pues acompáñame al supermercado.-Me ORDENA. -Aún no he terminado...pero bueno.-Cualquier cosa por las tortitas, pienso. Al salir de casa, me detiene y me dice que vayamos a la farmacia a por un test de embarazo porque "no se fia de esa píldora". Encima seguro que también tendré que pagarlo yo. Entramos a una farmacia cercana. -Buenos días.-Una mujer mayor, con aire de abuela tierna de Heidi nos recibe amablemente. -Hola...verá...¿Tiene test de embarazo?-Esta chica no se corta un pelo. Los ojos de la mujer se posan alarmada en mi y en ella.-¿Perdona? -Sí, es que anoche estuve con este señor y tuvimos un accidente, así que quiero saber si estoy embarazada o no. La pobre mujer entra sin dejar de mirarme como un monstruo. Al poco rato escucho como habla por teléfono preguntando por la policía. Esto se complica por momentos. -¡Eh!-Grita Alexia.-¿Me da ya la cosa esa? La señora aparece con una cajita rectangular, mientras afirma. -Venga, Jack, paga.-Lo sabía. Un precio exagerado. Saco casi llorando el dinero y se lo doy, mientras aún me mira con odio. Salimos de la farmacia y nos dirigimos por fín al supermercado. Cogemos masa para las tortitas y toneladas de sirope de chocolate. Alexia parece alarmada. Se para frente un encargado y le pregunta. -Disculpe, ¿Hay baños?.-Sí, esta chica es tonta. -Sí, pero solo para uso personal. -Necesito un baño, por favor. -Me temo que no puede usarlo. -¡Necesito un baño porque tengo que mear en la cosita esta!-Añade enseñándole a su pobre víctima el test de embarazo. Cansado de tanto ridículo por fín la freno. -Vámonos, anda.-Como de costumbre, intenta resistirse. Mientras pagamos el sirope y la masa, añado.-Espérate a que lleguemos a tu casa. Al salir del establecimiento, caminamos con un paso ligero de nuevo hacia su casa. Cuando llegamos, encontramos a su padre en la cocina con una gran fuente de tortitas. Acto seguido, me pregunto por qué tuvimos que comprar masa. -Sentaos en el salón, sentaos, sentaos.-Nos empuja y me pregunta.-¿Quién es usted?-¿Memoria de pez? No Jack...no insultes a los peces. -El de la mudanza... -¡Oh! Es verdad...¡Coma tortitas!-Va a por la enorme fuente y añade.-Hasta que no os las comais todas no saldréis de aquí. Tengo miedo. Alexia se levanta cuando introduzco el primer pedazo de tortita en mi boca. -¿Dónde vas? -Al baño, a probar la cosa esta.-Impaciente, histérica. Se va al baño. Continúo devorando mi tortita, de otras muchas que tendré que comer. De nuevo, aparece el padre de Alexia y se me queda mirando desconcertado. -¿Quién es usted?-Soy la mascota de tu hija, por desgracia. Al poco rato, Alexia vuelve del baño, con el test en la mano, se lo guarda y comienza a comer tortitas. -Bueno...¿Qué ha salido? -Hay que esperar. -Uhm... -¿Qué? Se me empiezan a pasar idioteces por la cabeza, pero una se me escapa. -¿Que nombre le pondremos al bebé si es niño? ¿Y si es niña? Pega un grito propio de una bestia con cangrena en las cuatro patas, salta encima mía y empieza a pegarme "puñetazos" en el cuerpo. Aunque más bien, está rozando un sitio peligroso... para ella. -¡No estoy embarazada!-Repite como unas quince veces y casi sin vocalizar. -Bueno, bueno, aún no lo sabemos. Su padre aparece por el salón y observa nuestra posición extraña. Se queda dudando un moemento. -¿Quién es usted?-Se me ocurren infinidad de cosas que responderle que incluyen a su madre y a su oficio, pero solo respondo. -El novio de su hija. -¿QUÉ? -¡Hiiiiiiiiiiijaaa!-Al menos así ya no me preguntará más.-¿Tenías novio y no me lo has contado?-La abraza efusivamente.-Bueno, bueno, os dejo comer tortitas tranquilamente.-Y con una sonrisa de oreja a oreja, se va. -Te odio.-Suelta Alexia. -Bah...

18 jul 2010

Nueva mascota



He aquí el nuevo miembro del equipo Zombie, cuyo nombre es mejor obviar por motivos que las jugadoras conocen. Pero esta preciosidad de criatura, en mi opinión, merecía un rinconcito en nuestro blog.

Un chuchón fuerte para el gatito adorable
^^

17 jul 2010

Otto Lundgren

Nombre: Otto Lundgren

Sexo: Masculino

Procedencia: Uppsala, Suecia

Aspecto físico: Muchacho desgarbado, de ojos oscuros y cabello castaño-rojizo. Su altura y delgadez le confieren una imagen de extrema debilidad, rasgo que compensa con una gran capacidad de esquive. Su mirada es decidida, aunque en ocasiones se vea nublada por los efectos de la droga o el alcohol. Rasgos afilados, dando lugar a una fisonomía muy marcada. Lleva una pequeña trenza en la parte anterior del cuero cabelludo, que a menudo esconde bajo su raída y gastada chaqueta para "evitar ser un flanco fácil del Reverso Oscuro"

Personalidad: Desde muy temprana edad, ha demostrado muy poco interés por nada, aunque no por ello ha dejado de trabajar y buscarse la vida por su cuenta. Muchacho activo, ve un amigo allá donde ve las manos lejos de su rostro formando un doloroso puño. No le es conocida familia alguna, ya que muchos de sus conocidos afirman que su apellido es inventado. Ya de por sí, el desentendimiento familiar es mutuo, ya que Otto tenía demasiada afición por pasar alguna que otra temporada en hoteles con rejas.

Adora a las mujeres, más aún si se resisten. Le encantaría poder entablar vínculos fuertes e irrompibles con una de ellas, pero, finalmente, acaba estableciendo una fuerte relación con sus manos en forma de bofetadas y otros golpes varios. Otto acaba aludiendo a que "los caballeros Jedi tienen prohibido el matrimonio, y así debe ser". Una excusa como cualquier otra para justificar su fracaso, aunque más original.

Su casa es su refugio, únicamente inviolable para aquellos a los que él decida invitar a su guarida. A menudo pasa horas frente al ordenador, alimentándose de la información acerca de nuevos grupos musicales y novedades en audiovisuales. Desarrolla una rápida y fugaz pasión por los nuevos conocimientos adquiridos, e intenta hacerse enseguida con un nuevo póster con el que decorar su pared.

Objetivos: En la mente de Otto no caben objetivos, salvo el de pasarse todos los juegos de videoconsola posibles.

Curiosidades:
  • Otto posee una incontinencia verbal sumamente irritante, a menudo es la provocación necesaria para la bofetada de una "dama con carácter".
  • Adicción a ciertas sustancias de las que ni él mismo conoce el nombre.
  • Fanatismo, por la religión Jedi
  • Posee un tic facial, exactamente en los ojos, que le hace emitir guiños involuntarios. A Otto le gusta decir que se trata de un "grave caso" del síndrome de Tourette
  • Tiene una marcada obsesión por llevar siempre una consola portátil encima, con la que poder entretenerse mientras espera a que llegue la ambulancia después de recibir una paliza.

13 jul 2010

Tantas cosas en tan poco tiempo.

*Pip-pip-pip*
¿Qué hora es?
¡¿LAS SIETE?! Ah...espera...es sábado...mierda.
Intento dormir algo más pero no puedo, ya me he desvelado.
Voy al salón y pongo la tele.
Al rato alguien entra por la puerta principal...Oh, no...ÉL no.
En efecto, era Jack quien estaba entrando.
-¿Qué haces aquí?-le suelto.
-Emm...aún no he terminado el trabajo, me quedan unas cajas por descargar.
-Ah, vale.
Entonces mi padre entra al salón, se acababa de levantar.
-¿Quién es usted?-suelta alarmado.
-Soy Jack Layton...el de la mudanza.
-Ah, es cierto...¿Quiere algo de desayunar?
-Pues...
-¡Haré tortitas!-acto seguido se metió en la cocina.
Varios minutos después papá se asoma al salón y me dice:
-Ve a comprar más masa para tortitas, ¡Y sirope!
-Vaaaaaaaale...-digo con desgana- ¡Eh, tu! ¿Has terminado, no? Pues acompáñame al súpermercado-le digo a Jack.
-Aún no he terminado...pero bueno...
Salimos de casa y vamos caminando.
-Espera-digo-. Vamos a la farmacia primero.
-¿Para qué?
-Quiero comprarme un test de embarazo de esos...no me fio de la píldora.
Entramos en la farmacia...Conozco a la farmaceutica, lleva allí toda la vida.
-Buenos días-nos dice amablemente.
-Hola...verá...¿tiene test de embarazo?
-¿Perdona...?-dice desconcertada.
-Si, es que anoche estuve toda la noche con este señor-señalo a Jack- y tuvimos un accidente, así que quiero saber si estoy embarazada o no.
La señora mira con horror a Jack y con un simple: "Ahora se lo traigo" desaparece en el almacén. Escucho como habla por teléfono.
-¡EH! ¿Me da ya la cosa esa?
La farmaceutica asiente y me lo da.
-Venga, Jack, paga-digo.
Jack suspira y le da el dinero.
Salimos del establecimiento y nos dirigimos al supermercado para comprar lo que mi padre me ha mandado que compre.
Al llegar allí metemos rápido el sirope y la masa de las tortitas. Necesito un baño...necesito un baño...Veo a un encargado.
-Disculpe, ¿Hay baños?-le pregunto.
-Si, pero es solo para uso del personal-me responde.
-NECESITO un baño, por favor.
-Me temo que no puede usarlo.
-¡NECESITO USAR EL BAÑO PORQUE TENGO MEAR EN LA COSA ESTA!-le enseño el test de embarazo.
-Vámonos, anda...-me frena Jack.
Aunque me resisto al final puede conmigo...le odio.
-Espérate a que lleguemos a tu casa-me dice después de pagarlo todo.
Vamos a paso ligero hacia mi casa. Allí nos esperaba mi padre con una enooooorme fuente de tortitas.
-¡Sentaos en el salón, sentaos, sentaos!-nos dice-...¿Quién es usted?-le pregunta a Jack.
-El de la mudanza...
-¡Oh! Es verdad...¡Coma tortitas!
Entonces nos planta la fuente de tortitas y nos dice amenazante:
-Hasta que no os las comais todas no saldreis de aquí-Y se va de nuevo a la cocina.
Yo me levanto.
-¿Dónde vas?-dice Jack con un trozo de tortita en la boca.
-Al baño, a probar la cosa esta.
Voy al baño y desde éste escucho la voz de mi padre preguntando otra vez: "¿Quién es usted?". Nunca cambiará.
Al terminar con el test miro en la caja cuánto tarda en salir el color. Al parecer 15 minutos más o menos.
Vuelvo al salón. Y empiezo a comer tortitas.
-Bueno...¿Qué ha salido?-pregunta Jack.
-Hay que esperar-contesto.
-Mmm...
-¿Qué?
-¿Qué nombre le pondremos al bebé si es niño? ¿Y si es niña?-dice con una sonrisa burlona.
-¡¡UAAAAARGH!!
Salto encima suya y empiezo a pegarle puñetazos en el cuerpo.
-¡Noestoyembarazanoestoyembarazadanoestoyembarazadanoestoyembarazadaaaaaaaaaaaa!-repito sin parar a la vez que le golpeo.
-Bueno, bueno...aún no lo sabemos.
Entonces mi padre vuelve al salón y nos ve en esa posición tan comprometida y suelta:
-¿Quién es usted?
-¿Yo? Em...El novio de su hija.
¿QUÉ? Error...
-HIIIIIIIIIIIIIIIJAAAAAAA...¡¡Tenias novio y no me lo has contaaaadoo!!-me coge y me abraza con efusividad...más bien me aplasta-. Bueno, bueno, os dejo comiendo tortitas tranquilamente-se va.
-Te odio-le suelto mientras como.
-Bah...
Seguimos comiendo tortitas mientras miro regularmente el dichoso test, aún no aparece ningún color. Entonces pongo las noticias, van diciendo lo típico...atentados, robos, muertes...y entonces una noticia que llama mi atención:

"- Buenos días, bienvenidos al informativo matutino.
A día de hoy comenzamos con noticias que sacuden al mundo entero:
Pandemia.
Se ha localizado un nuevo tipo de infección que mantiene a los investigadores y cientifícos en la duda, ya que se desconocen al 100% las causas y efectos de esta nueva enfermedad. Se ruega máxima atención a los siguientes síntomas:

* Fuertes vómitos
* Fiebres altas
* Cangrena y necrosis

Manténgase alerta acerca de heridas de gravedad. La higiene en el tratamiento de las heridas y otras enfermedades resulta vital para mantener alejada esta epidemia.

Los casos detectados han sido llevados a cuarentena para su observación. Acudan a sus médicos para una mejor información. En los días siguientes, se les mantendrá informados acerca de los avances de esta noticia y su tratamiento.

A continuación, los políticos de los países vecinos...*blablablabla*"

-Uau...-suelto metiéndome una tortita en la boca. Me levanto y voy hacia mi cuarto, allí cojo mis libros de ocultismo y me los llevo al salón.
-¿Qué es eso?-dice Jack mirando mis libros.
-Libros de ocultismo-respondo ojeando unas cuantas páginas-. Quiero averiguar si hay algo sobre la nueva pandemia en estos libros...
-Interesaaaante...-sigue comiendo.
Paso las páginas rápidamente, llego a la parte de los no-muertos...vampiros...nada....zombis...nada...Nada concuerda con la pandemia...Qué chasco.
Le echo un vistazo al test...¡ESTÁ APARECIENDO UN COLOR!
-¡JACK!-digo.
-¿Qué pasa?
-Está cambiando de color...
Me siento a su lado con el test de por medio. Va apareciendo un color bastante raro...y al final aparece un color definitivo...
-...¿MORADO?-exclamo.
-¿Qué significa morado?
-Espera que lo mire en la cajita-busco por toda la cajita rectangular el significado de ese color, no aparece nada-. No lo sé, aquí no aparece.
-Será un error, vayamos a la farmacia a reclamarlo.
-Vale...
Terminamos las tortitas que nos quedan y Jack termina de transportar las últimas cajas.
-Papá, nos vamos a dar una vuelta...-digo abriendo la puerta.
-Vale, cariiiiiñoooo...tened cuidaaaadooo...
Cerramos la puerta y vemos a mi madre con un hombre y una mujer desconocidos para mi.
-Hooola, cieeeloo...¿Quién es este hombre?
-Soy su novio-dice Jack otra vez.
-¡¡Que alegriiiiaa!!
-Mamá, él no es mi nov...
-Ya hablaremos, cariño, id a dar una vuelta yo me quedo en casa con tu padre y unos amigos, ¿vale? Besoos.
Entra en casa rápidamente y cierra la puerta.
-Bueeeno...vamos a la farmacia...-digo.
-Si, mejor.
Llegamos a la farmacia, esta vez hay una muchacha más aparte de la abuela farmaceutica de la otra vez; ésta nos mira con horror.
-Disculpe...He utilizado el test de embarazo que compré aquí...¡Y HA SALIDO MORADO! ¿QUÉ SIGNIFICA? ¡EXIJO QUE ME DEN OTRO!
La farmaceutica coge un instante el test que le tiendo y dice:
-No vendemos esta marca, les ruego que se marche inmediatamente.
Jack mira a la farmaceutica como diciendo: "No la conozco...", me coje y me saca fuera de ese sitio.
-¿Ahora que hacemos?-pregunta.
-Voy a hablar con mi médico de cabecera. Vamos.
El hospital está cerca así que no tardamos mucho en llegar. Esperamos en la típica sala de espera blanca con asientos incómodos de metal y con ese silencio incómodo.
La doctora sale de su consulta y al verme me dice:
-Alexia, no te esperaba, pasa por favor.
Ambos pasamos a su consulta. No sé el por qué, pero siempre me ha gustado estar con ella. Es bajita y delgadita, tiene la cara algo obalada, es de rasgos finos y lleva gafas que a veces ocultan sus ojos castaños; su pelo tambien es de ese color, la mayoría de las veces recogido en una coleta. Es una mujer muy agradable y simpática, una mujer muy profesional y cuidadosa con su trabajo, aparte de eso, entiende y acepta mi manera de ser y mis expresiones tan directas.
-Soy Catherine, la médico de cabecera de Alexia...usted es...-dice presentándose a Jack.
-Soy Jack Layton, un...amigo de Alexia.
-Y bien, ¿Por qué estais aquí, Alexia?
-Pues verá...
-Alexia, cuántas veces te habré dicho que me llames de tú...
-Cierto...Pues entonces... a ver...Hace una noche me acosté con este hombre de aquí-señalo a Jack que tiene cara de no saber que hacer-. En el último polvo se rompió el condón y aunque me tomé la píldora no me fio mucho de eso...así que fui a la farmacia a por un test de embarazo que compró él...Pero ha salido el color morado-le tiendo el test, ella lo examina detenidamente- y he intentado devolverlo pero decían que no vendían esta marca...
-Mmm...no es una buena marca de test de embarazo, ten-saca del cajón del escritorio una cajita, otro test-. Es uno muy fiable, ve al baño, anda.
Asiento, doy las gracias y salgo de la consulta. Voy al baño y hago pis en el cacharro ese...Ea, ha esperar unos minutos más. Salgo del baño y voy a la consulta otra vez.
-¿Ya?-pregunta Jack.
-Si, ahora toca esperar-me siento.
-¿Podríais decirme que marca de preservativos usasteis?-pregunta Catherine.
Me encojo de hombros y miro a Jack interrogante.
-Pues...eran "Control", creo-responde.
Catherine suspira y saca del cajón una caja de diez condones de la marca "Dúrex" y me los da(joder, ese cajón parece el bolsillo mágico de Doraemon).
Echo un vistazo al test. Va tomando color...Suspiro.
-¿Qué color es?-pregunta Catherine.
Jack me mira con una mirada que no sabría interpretar...
-Azul-digo aliviada.
Catherine se relaja y sonríe.
-Me alegro que no haya pasado nada. Ten más cuidado, Alexia. Solo tienes diecisiete años ¿Tienes idea de lo cómo hubiese cambiado tu vida si en ese test hubiera salido el color rosa?...
Bajé la mirada, cabizbaja...Y me di cuenta en sus manos...Faltaba algo, creo que es su anillo de compromiso...ya no lo lleva; bueno, en estos momentos no me parece adecuado preguntarle.
-Gracias por ayudarnos, Catherine-le dije levantándome.
-No hay de qué chicos-contestó ella, amable.
-Espero que no nos volvamos a ver por esto, doctora-bromea Jack.
-Yo también lo espero.
Salimos de la consulta.
-Uff...que respiro...¿Qué hacemos?-digo saliendo del hospital.
-No se...¿te apetece ir al cine?-propone Jack.
-Si...me parece buena idea, vayamos andando.
-De acuerdo-empieza a andar pero se para y vuelve-. Eh, quiero mis condones.
-¿TUS condones? Te doy uno y tienes para un buen rato.-saco uno de la caja y se lo tiendo.
-No jodas, al menos la mitad.
-UNO. Lo tomas o lo dejas.
Refunfuñando coje su condón y se lo guarda de mala gana.
-¿Nos vamos al cine o no?-dice andando de mala gana.
Sonrío con aire de superioridad y me pongo a su altura.
Vamos andando tranquilamente hablando sobre que veríamos en el cine y que podríamos hacer después cuando de repente escuchamos unas voces irritantes de la acera de en frente.
-¡GÓTICA DE MIERDA! ¡FRIKI! ¡ZORRA!-dicen. Son chavales de mi clase.
Venga, Álex...tranquilizate...cuenta hasta diez...uno, dos, tres, cuatro...
-¡¡ZOOORRA TU PUTA MADRE!! ¡¡QUE NO TIEEES COJONES DE VENIR PARA ACÁ Y DECIRMELO A LA CARA!!!-les grito. ¿Qué? Soy una persona un tanto irascible.
Los chicos vienen para acá corriendo.
-¿Kamadisho, eng?-dice uno. (Traduzco: "¿Qué me has dicho, eng?")
-Lo que has oído-respondo.
Entonces Jack se pone delante. Ahora un metro noventa de músculos me tapa la vista y no puedo ver.
-Venga, dejadlo ya, ¿vale?-dice educada pero imperativamente.
-¿Y kienereh tu?-("¿Quién eres tu?")
-No te importa, venga, idos.
-¡Tu ami no me dise lo que engo kacer! ¡'JO PUTA!-(Tu a mí no me dices lo que tengo que hacer...El insulto ya lo entendéis, ¿no?)
Jack entonces cierra el puño y ¡PAM! ¡Puñetazo al canto! El chico cae al suelo, dolorido y dice como puede:
-Tu, tu, tu...tu no sabeh quien zoy yoo, eh...¡Te via denunsiáh!-Ahora traducís vosotros solos.
Los chicos se van corriendo. Uno se siente bien viendo al enemigo huir...aunque no hayas sido tu el causante.
Seguimos andando hacia el cine, no está muy lejos así que llegamos antes.
Nos plantamos delante de los carteles del cine mirandolos como idiotas y entonces él LA pregunta:
-¿Qué vemos?
-No sé...Veamos la de Rec, es de zombis.
-Vale.
-Pagas tu-Salgo corriendo hacia las taquillas.
Pedimos las entradas y él las paga.
-¿Compramos palomitas?-pregunto.
-¿Quieres arruinarme?
-Ya las pago yo, tacaño...
Compro unas palomitas grandes y dos refrescos. Con eso vale.
Entramos en la sala, está totalmente vacía. Buscamos nuestros asientos y nos sentamos.
La película empieza, pasa más o menos una hora y...es muy aburrido. Típicos gritos, zombis, sangre, está claro que al final mueren todos...
Me levanto un poco del asiento y miro que no hay nadie. Bien no hay moros en la costa.
-¿Qué haces?-me pregunta.
Sonrío y me siento a horcajadas encima suya. Creo que ya sabe por donde van los tiros, aunque tendrá que utilizar su único condón conmigo.
Cuando terminamos la película ya ha acabado así que salimos del cine como quién no quiere la cosa...
-Bueno, se ha hecho tarde, ¿te apetece ir a cenar o algo?-pregunta Jack.
-Vale, vayamos a alguna pizzería.
En el mismo centro comercial había una así que vamos allí. Nos sentamos y un chico nos atiende. Mientras esperamos me entretengo con mi mechero, apagar, encender, apagar, encender...fuego...¡Ay! Me quemo. Apagar encender, apagar, encender...¡Ouch! Otra vez.
La pizza llega y empezamos a comer...Jack se tensa y rodea su pizza cada vez que un empleado de raza negra pasa al lado nuestra. Odio que haga eso.
Terminamos de comer y pagamos (bueno, él paga) y nos vamos.
Cuando salimos del centro comercial me doy cuenta de que es de noche, así que decidimos irnos ya a casa. Vamos andando cuando desde un callejón vemos una luz roja intermitente. Jack se para embobado y mira de qué se trata, yo también me asomo; como imaginaba era un establecimiento pequeño en el que ponía en neón: "Girls! Girls! Girls!"...Os imaginais que es, ¿no?
-Será mejor que sigamos andando-digo.
Jack asiente y me sigue. Entonces un golpe y unas voces se escuchan desde el callejón.
-¡Y no espereis que vuelva! ¡Hijos de puta!
Nos acercamos y vemos a un tipo tirado en el suelo bociferando.
-¿Hola? ¿Estás bien?-pregunto.
-¿Eh? ¡¡AH!! ¿QUIENES SOIS VOSOTROS?-dice alarmado.
-Mmm...¿ayuda?
Jack le tiende la mano para ayudarle a levantarse.
-Eem...gracias-dice el chico-. Os recomiendo que no vayais a este antro, es de muy mala calidad, además las chicas cuestan caro...aunque a veces te hacen una...ya sabeis...-sonríe-. Bueno, salgamos de aquí.
Salimos del callejón. En la calle hay más luz y podemos ver bien a nuestro nuevo amigo. Es un chico alto y muy delgado y desgarbado. Tiene rasgos agudos y también tiene el pelo castaño, corto salvo por una trenza que lleva en la nuca.
-¿Cómo te llamas?-pregunta Jack.
-¿Yo?-dice- Me llamo Otto...¡¡¡Y voy como una motoooo!!!-Me mira- ¿Y tú como te llamas, preciosa?
-Alexia y no me llames preciosa.
-Es cierto, no le llames así, le gusta más nena-dice Jack.
-¡Idiota!-intento pegarle pero me coge el brazo.
-Sois una pareja un tanto extraña...-dice Otto.
-NO SOMOS PAREJA-grito.
-Entonces, sal conmigo, ¡preciosa!
-Antes me llamaba Manolo-le digo para ahuyentarle.
-Uauh...¡Mola! Bueno, amigo...amiga...¡lo que seas! Te invito a ti y a tu novio a un local que hay por aquí cerca.
-Vale-digo.
Jack me mira con cara de odio, parece que no le mola el plan. Bah, me da igual.
-¡Pues vámonos!
Otto empieza a andar, Jack y yo nos quedamos atrás. Otto empieza a hablar solo, ¿Nunca se calla este chico?
-¿Por qué confías tan rápido en él?-me pregunta Jack.
-No confío en él.
-¿Entonces por qué vamos con él?
-Porque nos va a invitar a una copa.
-Y para eso tendrás que confiar en él, ¿no?
-No, simplemente quiero una copa...No confío en casi nadie.
Otto sigue hablando y derepente gira en una esquina, yo le sigo. A unos dos metros me doy cuenta de que falta un trozo de carne al lado mía...¿Dónde se ha metido? Miro hacia atrás y veo que el muy cabestro había seguido recto.
-¡¡EEEEEEEEEEH!!-le grito hasta que mira- ¡ESTAMOS AQUIIIII!
Jack viene corriendo hasta alcanzarnos.
-Me he despistado-se excusa.
-Eso se ve...
-Bueno chicos, ya hemos llegado-dice Otto abriendo la puerta del local. Es una dicoteca.
Seguimos a Otto como podemos hasta la barra...él se integra muy rápidamente va bailando y cuando se choca con alguien lo utiliza como paso de baile. En la barra Jack dice:
-Eh...Otto...¿de verdad que nos vas a invitar a una copa?
-Eeeh, eeh, eeh...yo he dicho que os invitaba al garito, las copas os las pagais vosotros-guiña un ojo.
-Lo sabía-murmura Jack.
-Pues yo no me quedo sin copa gratis-digo convencida.
Me acerco a Otto que está apoyado en la barra y con voz melosa le susurro al oído:
-Joo...venga invitame a una copita, solo una...
-¿Qué eres? ¿Una gatita?-dice-¡COGEME EL CULO, SO PUTA!
Cargo fuerza y...¡PAM! Le cruzo la cara de un puñetazo.
-Álex...vámonos, anda-me dice Jack agarrándome.
-Nooo, venga...quedaos, que os invito-dice Otto.
-¿En serio?-pregunta Jack.
-Que si, tío, ahí tienes un trago.
Nos acercamos a la barra y el camarero nos sirve unos chupitos. El mio es de color verde el suyo negro. No sé lo que es así que lo huelo, alcohol. Jack se lo bebe de un trago...si a él no le hace nada...Imito a Jack y me lo bebo de un trago.
-Aggggggg...-digo al notar como me quema la garganta.
Entonces noto una sensación de embriaguez. Quiero bailar, voy a la pista y bailo.
Creo que Jack me sigue. La cabeza me da vueltas y un calor...diferente invade mi cuerpo. Miro a Jack que está al lado mía.
-Tu no tienes condones, ¿verdad?-le pregunto.
-¿Qué?
-Bah...
Voy hacia Otto que está borracho en la barra.
-Tu...-digo.
-¿Qué quieres, muñeca?
-¿Tienes condones?
-A ver...-mira en sus bolsillos pero se da la vuelta y se bebe la copa de otro.
-Bueno, da igual...
-Cheeee...-me coge Jack- Ya es suficiente, vámonos.
Me coje en brazos.
-No quieeeero iirmee...¡SUELTAMEE!
-No te pienso soltar.
-¡MEEE ESTÁ SECUESTRAAAAAAAAAAANDO!-empiezo a gritar.
-Álex...cállate...La gente nos está mirando...
-ME SECUEESTRAAAAAAA.
Los guardias de seguridad nos miran pero al ver mi estado nos dejan salir.
En la calle ya me relajo y la embriaguez se va...Entonces escucho gritos
-¡¡¡AAAAAAGH!!!...¡SOCORRO!...¡OH, DIOS MIO!...¡QUE ALGUIEN LLAME A UNA AMBULANCIA!...¡AYUDA!
Los gritos vienen de la calle principal. Voy a echar un vistazo...Lo que veo es horrible: Un chico que parece esquizofrenico está lanzando cosas a la gente...da gritos, ataca a la gente...Intenta morderlas...
-Dios mío...voy a llamar a una ambulancia-digo.
Marco el número de urgencias.
-*puuup* *puuuup* *puuup* Emergencias, dígame.
-Por favor, manden una ambulancia rápido, por favor. Hay un chico en la calle, está como loco, ataca a la gente...vengan rápido.
-Enseguida vamos, dígame la calle.
Respondo a todos los datos y cuelgo.
-Vámonos, Alexia-dice Jack.
-Si, buena idea.
Andamos unos metros cuando vemos a Otto intentando salir del locar a rastras.
-Ya voy yo a por él-dice Jack-. Tu quédate aquí.
Me apoyo a una pared...Entonces escucho que me gritan:
-¡¡Tía buena!!
-¡GILIPOLLAS!-contesto.
-¿Qué dice la niñata esta?
-¡GILIPOLLAS!
-¡Me vas a comer la polla!
-¿Que te voy a comer qué? ¡Si hay no hay nada que comer!
-¿Quieres ver, eh niñata?
El tipo se me acerca a mi mientras se baja la bragueta, entonces aparece Jack otra vez.
-Deja a la chica...está borracha y no sabe lo que dice-me defiende.
-Más le vale...-el tío se aleja.
-GILIP...-Jack me tapa la boca.
Otto se acerca a nosotros tambaleante. Jack lo coge del hombro para que se pueda incoroporar y andar, yo le ayudo y entre los dos lo ayudamos.
-¿Dónde vamos ahora, amigos?-pregunta.
-A casa-contesto.
-¿Me vais a llevar a vuestra casa? Qué buenos amigos sois.
-Si, ya, claro...
Llamo a mi casa desde el móvil...no contestan. Supongo que habrán salido.
Llegamos a mi casa. No está la llave echada, así que supongo que mis padres estarán dormidos. Entramos en la casa.
-Bien. Podeis quedaros por esta noche-digo-. Vosotros dormís en el sofá, yo en mi habitación.
-¿No podría dormir en tu cama?-dice Jack.
-No, en mi cama solo duermo yo...-noto que una cosa peluda roza mi pierna, es el gato ronroneando- Y el gato-termino la frase cogiéndolo.
-Miaaaau...-maúlla.
-Bah, paso, yo duermo en el cuarto de tus padres-dice Jack.
Otto ya esta tirado en el sofá.
-Eh, no, no, ¡no!
Abre la puerta de su dormitorio miro por encima de su hombro...y la escena me sorprende. Hay dos personas más aparte de mis padres metidos en la cama...Están todos desnudos formando una especie de trenecito...Y luego me preguntan que por qué soy tan rara...
-Si quieres puedes dormir con ellos, no creo que uno más les importe...-le digo a Jack.
-No...casi mejor que duermo en el sofá...buenas noches-se va.
Cojo una manta y se la pongo encima, no me gustaría que pillasen una gripe. Cojo otras mantas y las llevo al salón.
-Toma, esta manta para ti y esta para Otto.
-Gracias-Jack coge la suya y el gato acaricia su pierna- Eh, ¿qué? Oh...eres tú-lo coge- ¿Tiene nombre?
-No...Y no se te ocurra pon...
-Le llamare Cipote-dice ilusionado.
-¡NO LE PONGAS A MI GATO CIPOTE!
-Pero si responde...mira: Cipote.
-Miau-maulla el gato.
-Cipote.
-Miau.
-Cipotiiiitoo...
-Miau miau miaaau...
Le quito el gato de las manos y le digo:
-Te odio.
Me voy indignada a mi habitación. Cierro la puerta con pestillo y me echo a dormir.

Me despierto por la mañana y escucho un golpeteo continuo...Miro a la puerta y es Cipote dándole golpecitos a la puerta.
-Miau-maulla al verme.
Me levanto y le abro la puerta. Él sale rapidamente, yo hago lo mismo pero más pausado. Voy al cuarto de mis padres; allí no hay nadie, ni rastro de desorden. Parece mentira lo que vi anoche. Voy al baño a lavarme la cara y espabilarme, en el espejo hay una nota, es la letra de mi padre:

"Querida hija, lo que viste anoche fue una alucinación. Pásalo bien con tus amigos.
Te queremos".

Si...ya...claro...En fin, voy a la cocina a hacerme el desayuno. Al pasar por el salón veo a Jack y a Otto dormidos, parecen monos y todo. En la cocina me preparo el desayuno (café y unas tostadas) al poco tiempo llega Jack adormilado.
-Buenos días...-dice con un bostezo- ¿Qué hay para desayunar?
-Pues...lo que quieras prepararte-le señalo la despensa.
Jack suspira y opta por ponerse cereales y leche en un bol, se sienta y empieza a comer.
-Cuando termines recógelo, ¿vale?-le digo a Jack saliendo de la cocina.
-¡Vaaaaale!-dice con la boca llena.
Voy al salón y me siento en el sofá que queda libre. En el otro sofá Otto sigue durmiendo, aunque parece que se está despertando. Pongo la tele y se despierta.
-Buaaaah...-bosteza- Buenos días, preciosa-me dice.
-Hola.
-¿Qué hay de desayunar?
¿Qué pasa? ¿Creen que esto es una maldita pensión?
-Ve a la cocina y prepárate lo que quieras.
-Vale, vale...menudo humor tienes por la mañana...
Se levanta y va a la cocina.
En las noticias están hablando sobre la gripe, al parecer el chico de ayer era un caso más de gripe...Puta epidemia.
Cojo el teléfono y llamo al móvil de mi padre...Me contesta una voz femenina:
-Despacho del señor Black, dígame.
-Buenos días...eem...Soy Alexia la hija del señor Black...¿Está disponible?
-Ahora mismo no, está reunido. Cuando salga le digo que ha llamado, ¿de acuerdo?
-Eem...si, gracias. Hasta luego-cuelgo.
Llamo a mi madre. Me responde su voz:
-¿Diga?
-Hola, mamá.
-Hoooolaaaa, cariiiiiiiiiiiiñooo...¿Qué pasa?
-No, nada...que me he despertado y no estábais y después de lo que vi anoche...
-¡Era una alucinación!-me interrumpe- Llegaste algo borracha a casa y por eso viste...em...lo que viste. Bueno, tengo trabajo, después hablamos. Ciao, cielo. Besos-cuelga.
Entonces de la cocina me llega un olor muy rico voy hacia allá. En la cocina está Jack comiendo un plato de bacon, huevos y salchichas.
-¡Hola!-saluda Otto cocinando- ¿Quieres?
Asiento.
-Pues sientate y te lo sirvo, preciosa-me guiña un ojo.
Odio que haga eso...pero quiero comida (Si, lo se, acabo de desayunar...pero parece tan apetitoso...aparte, lo que no mata engorda, y como se ve que eso no mata...pues me vendría bien engordar.
Sirve mi plato y el suyo y se sienta.
-Oh....que monos somos-dice-. Parecemos una familia feliz. Tu eres la mamá-me señala- y tu el papá-señala a Jack-. Y yo...¡Yo seré el perro! ¿Puedo ser el perro?
Por cierto, todo eso lo dice comiendo por lo que de su boca salen trozos de comida...si, es un tanto asqueroso.
Cojo el plato de Otto y lo pongo en el suelo.
-Si quieres ser el perro, come como tal-digo.
Jack se ríe y Otto me mira indignado.
-¡Soy un perro muy digno! ¡Tengo derecho de comer en la mesa! ¡Hasta tu gato lo tiene!
Señala a Cipote que está sentado encima de la mesa limpándose.
-Es que él se lo merece más que tu-respondo cortante.
-¿Por qué eres así conmigo?
Supongo que era una pregunta retórica y no respondo...es por su bien.
-¡Bueno, chicos!-dice levantándose-. Me voy ya, ha sido un placer compartir esta aventura con vosotros, ya os llamaré-se gira para irse.
-¿No te despides de mi?-dice Jack melancólico-. Siempre dices que me llamarás y no lo haces, ¡no me quieres!
Entonces Otto se acerca a Jack y le da un beso en los labios.
-¿Eso es lo que querías no? Pues ya está-se para a pensar-. Eeh...es el primero beso que le doy a un tío...¡Puagh! Me voy.
Se va. Jack se ha quedado un poco trastornado con lo ocurrido.
-Me ha besado...-dice.
-¿Te ha gustado?-pregunto.
-¡No! Sino que...yo se lo decía de broma...-sigue con cara de trastornado.
-Oye, ¿que te parece si damos una vuelta o algo? No me gusta quedarme en casa.
-Me parece bien, vamos.
Ordenamos un poco las cosas y salimos de casa.
-Bueno, ¿Qué hacemos?
Jack se queda pensando y dice con una sonrisa:
-¿Y si vamos a una cafetería que hay por aquí cerca?
-Guay, tu pagas.
-Mejor...¿Y si pagamos los dos a medias?
-Vaaaale...pero solo por esta vez, que quede claro.
Conozco la cafetería a la que me lleva, he pasado un par de veces por delante pero nunca he entrado, es la típica cafetería donde solo entran adultos, bla bla bla.
Entramos y nos sentamos en una mesa. Una camarera pelirroja nos atiende...Parece que tiene un mal día, tiene mala cara.
-¿Qué te pongo?-me pregunta con una sonrisa del tipo: "Como me cabrees te cagas, so puta".
-Eeem...un batido de chocolate.
-Vale...¿Y a ti?-fulmina a Jack con la mirada.
-Un café solo...-sonríe.
La camarera se lleva las cartas. Jack parece incómodo por alguna razón...prefiero no preguntar.
El batido y el café llegan rápido.
-Aquí tienen, que aproveche-dice rápidamente.
En la taza de Jack solo está medio llena, además tiene una especie de cosa blanca líquida...parece saliva...Puagh.
Jack aparta la taza y me pregunta:
-¿Puedo beber de tu batido?
-Eem...-mejor que lo pruebe el antes que yo-Claro-se lo tiendo.
Le da un buche.
-¿Está bueno?
Entonces el empieza a toser y a tener arcadas pero de forma muy dramática...de repente se queda muy serio y dice:
-No ha pasado nada, está bueno.
La primera vez que bromea conmigo...es raro, pero me gusta.
Sonrío y bebo de mi batido y, en efecto, está bueno.
Me lo bebo rápido y pagamos, veo que Jack paga medio café, me parece justo.
Al salir me suena el móvil.
-¿Diga?-respondo.
-¡¡ALEEEEX!! ¡Soy Otto!
¿Como cojones tiene mi número?
-Esto...Otto...¿Qué quieres? ¿Como es que tienes mi número?
-Tranqui, preciosa, tengo información para ti.
-¿Qué clase de información?
-¿No te interesaba eso de la epidemia? Ven a mi casa y te doy información.
-Vale, voy para allá.
Otto me da la dirección de la calle.
-Jack, vamos a casa de Otto.
-¿Para qué?
-Tiene información de la epidemia...¿vienes?
-Vale, no tengo nada mejor que hacer-se encoje de hombros.
-Vamos en taxi, ¿vale? Lo pag...
-Paga tu por una vez...me tienes seco.
-Vaaale...tacaño.
Llamo a un taxi y a mi llamada acude uno.
Un chico joven con ropa holgada, gorra y cascos en el cuello se asoma por la ventanilla.
-¡HOOOOLA, TÍOOOS! ¿Dónde os llevo, colegas?-dice.
Subimos al taxi y le doy la dirección.
-¡¡Allá vamos!!-arranca bruscamente.
En el taxi suena música del rapero Eminem a todo trapo.
-Eminem es el mejor, tío-dice-. Porque Eminem es el mejor rapero del mundo, y quien se meta con Eminem le pego una paliza que lo dejo tonto.
-Eemm...si...ya...-contestamos Jack y yo.
-¿Os gusta Eminem? PORQUE COMO NO OS GUSTE OS RAJO AQUÍ MISMO.
-A mi me encanta...-dice Jack- ¿A ti, Alexia?
-Eem...pues la verdad es que...-Jack me pega un codazo-Si, si...me encanta Eminem.
-¡ASI ME GUSTA, TRONCOS!-frena en seco- Hemos llegado. La pasta, muñeca.
Le doy el dinero y bajamos del coche, éste sale a toda pastilla.
Otto al parecer vive en un barrio...¿conflictivo? Mirase a donde mirase se estaba cometiendo algún delito, no muy graves pero delitos.
Busco el número del portal de Otto y llamamos a su piso.
-CONTRASEÑA-dice Otto.
-Policía-contesta Jack.
Otto abre la puerta de inmediato.
Pasamos y subimos al piso, la puerta está abierta y ahí está Otto.
-Hey, tíos, esta vez no he hecho nada, ¿Vale?-dice-Solo he...-nos reconoce-¡EEH! Sois vosotros, ¡pasad, troncos! Que susto me habéis dado.
Pasamos a su casa...Oh...Dios...Mío...¿Estoy en el paraíso?
El piso de Otto está empapelado con pósters de todo tipo...Videojuegos, películas, obras de teatro, música...¡Es un friki!
-¿Te gustan los videojuegos?-pregunto.
-¿Que si me gustan? SON MI PASIÓN. Vivo por ellos, preciosa.
-¿Cúales te gustan?
-Pues...de todo...Zombies, Guerras, Estrategia...Todos.
-Sabes, Otto...empiezas a caerme bien.
Jack mira con horror aquello, no le va ese rollo.
Entonces de la habitación contigua sale un chico de la edad de Otto aproximadamente, tiene sobrepeso por lo que (supongo) va en silla de ruedas.
-¡HEY! Este es mi colega Theo-nos presenta Otto-. Ella es Alexia; es mía, que lo sepas; y este es Jack, que es aún más mío.
Miro con odio a Otto y le estrecho la mano a Theo:
-Encantada de conocerte, Theo.
-Igualmente-dice. Tiene una voz tranquila y apaciguante-¿Querías información sobre la pandemia? Sígueme.
Theo entra en la habitación de donde ha salido y le sigo.
Entramos en una habitación algo pequeña, rodeada con ordenadores, archivadores, libros apilados...etc.
Theo se pone a teclear en uno de los ordenadores. Veo que se mete en una página extraña...no es una pagina...Eh, son los archivos de la policía.
-¿Cómo has conseguido meterte?-pregunto.
-¿Qué? Oh, si, es fácil, no tienen tanta protección como creen. Mira lo que encontré.
Miro atentamente la pantalla, hay una carpeta dedicada a la epidemia...Hay fotos de gente que padece la enfermedad. Es...escalofriante. Todos tienen camisa de fuerza y en su rostro esta dibujada una expresión de rabia y violencia. Dan miedo, no puedo evitar apartar la mirada de vez en cuando.
Theo se mete en otros archivos, pero no tienen nada que ver con la pandemia.
-¿Theo...no podrías meterte en otras fuentes?-le pregunto.
-Lo he intentado, pero están muy protegidos.
-Ok, gracias, Theo. Mira, toma mi número y si tienes algo nuevo me llamas ¿vale?-le apunto mi movil con un boli en la mano-. Yo me voy. Ya nos veremos, Theo-le sonrío.
Voy al salón y veo a Otto y a Jack jugando como posesos al "Resindent Evil" o eso creo. Le toco el hombro a Jack.
-Podemos irnos ya-digo.
-Ok...espera que le reviente la cabeza a ese hijo de...¡¡TOMA YA!! SI ES QUE SOY LA LECHE.
Otto y Jack se levantan de un salto y se dan un abrazo con emoción con los saltos y todo.
-¿Podemos irnos?-digo con cara rara.
-Eem...si, claro-dice Jack al darse cuenta de que esta abrazado a Otto.
-¿Cómo que os vais? ¡No podeis dejarme así!-dice Otto dramáticamente-¿Me llamareis? No, nunca lo haceis-vuelve a decir exageradamente.
-Que si, que si...hasta luego-y nos vamos.
Durante el camino estamos en silencio, no tenemos mucho que contar. Entonces suena mi teléfono móvil.
-¡Cariiiiiño!-es la voz de mi padre-. Esta noche vamos a ir cenar a un sitio elegante, así que arreglate y espéranos en casa ¡Ah! Que venga tu novio también, será una cena familiar.
-¡Eh! Que Jack no es mi...
-Daos prisa ¡Y no te vistas como una cucaracha!-cuelga.
Mierda...
-¿Quién era?-pregunta Jack.
-Mi padre...¿Tienes ropa elegante en tu mochila?
-Eeeem...Lo más elegante que tengo son unos vaqueros una camisa. ¿Por qué lo preguntas?
-Porque mis padres quieren ir de "cena familiar" así que más vale llegar rápido a casa.
Aceleramos el paso y llegamos en cinco minutos a casa. Entro en mi habitación y escojo rápido lo que me voy a poner: Un corsé negro de cuero y unos pantalones de cuero negro también. Me pongo unas botas de plataforma negras y me pinto los ojos de negro (Si, me gusta el negro ¿Algún problema?)después voy al salón. Allí está Jack sentado en el sofá, lleva puesta una camisa blanca y unos vaqueros oscuros, supongo que no se esperaba que al llegar a esta ciudad se encontraría con "novia" y con comidas familiares con los "suegros" y demás.
Me siento a su lado, a esperar.
-Qué guapa te has puesto-dice sonriendo.
-Em...gracias, tu también estás muy bien.
Entonces con un movimiento rápido me tumba en el sofá y se echa encima de mí.
-¿Te imaginas que tus padres entrasen en este momento y nos viesen así?
Entonces desliza su mano por mi cadera y va descendiendo hasta el muslo.
-Si nos viesen así nos obligarían a casarnos, así que quita-digo empujándolo, sin resultado.
-Bueno, ahora mismo estamos con ropa ¿Que pasaría si nos ven sin ella?-y acto seguido colocó su mano en mi espalda e intento desatar el corsé.
-¡Jack! ¡Estate quieto!-empujé mas fuerte.
Aunque realmente quería que siguiera...pero no, mis padres llegarían de un momento a otro y no creo que sea una buena imagen ver como su hijita folla en el sofá.
Entonces con el forzejeo escucho un ¡CRACK! y noto el corsé bastante suelto. Jack se aparta para averiguar que ha pasado y yo aprovecho para salir corriendo hacia mi cuarto y cierro la puerta con pestillo.
Cojo otro corsé y me lo pongo, esta vez me pongo encima una chaqueta de cuero.
Empiezan a llamar a la puerta. Lo ignoro. No para. No para. Sigue sin parar. Es desquiciante. Abro enfadada.
-¿¿Qué coño quieres ahora??
Jack sonríe y me besa. Yo simplemente me dejo llevar...y bueno, una cosa lleva a la otra.

-Te odio-le digo a Jack mientras me subo los pantalones.
-No lo haces-contesta mientras enciende un cigarro.
-Eh, si fumas hazlo fuera de mi habitación, que luego huele a humo.
Jack se levanta y sale con el cigarro en la boca.
Me vuelvo a arreglar un poco y voy al salón. A los dos minutos mi madre entra en casa:
-Vamos, vamos...tu padre os está esperando en el coche.
Vamos todos juntos al coche. Está mi padre al volante, al entrar nos dice:
-Tenemos que darnos prisa si no queremos perder la reserva ¡¡Adelaaaante!!-dice efusivo.
Estamos todo el camino en silencio...Bueno, mis padres no paran de hablar, pero es lo normal.
Llegamos al restaurante, es muy elegante y tiene pinta de ser caro. Entramos y mi padre se dirige al maître, éste nos lleva a nuestra mesa. Es una mesa redonda en medio del restaurante. Nos sentamos los cuatro.
-Bueno, querida-dice mi padre abriendo la carta- ¿Cómo os conocisteis?
-Pues...-miro a Jack de reojo-...Fue algo...raro.
-Si, algo...especial-contesta Jack riéndose de mi situación.
¿Ah, si? Con que esas tenemos, ¿no?
-Bueno, la verdad de como nos conocimos fue que él era el chico de la mudanza-Jack me mira, creo que sabe por donde voy-. Y entonces al poco tiempo de traer cajas, y eso pues decidimos y quedar y entonces yo le dije que...
-...¡Que le caí muy bien y y ella también a mi por lo que quedamos más veces!-me interrumpe Jack.
-Ooooooh...que bonito...Si hasta terminais las frases del ooootro...-dice mi madre conmovida.
El camarero llegó y nos tomó nota y nos sirvió enseguida. Mientras comíamos mi padre metío la mano en el bolsillo de su chaqueta y sacó dos cajitas.
-Bien, Alexia-dice-. Tu madre y yo vemos que esta relación va bien y se nota que sois felices el uno con el otro. Os complementais...por lo que queremos daros esto.
Papá saca del bolsillo de su chaqueta dos cajitas cuadradas y nos pone delante una a cada uno.
-Venga, abridlas-dice impaciente mi madre.
Jack y yo abrimos las cajitas con lentitud, esperándonos lo peor. Era peor que lo peor. En cada caja había una alianza. Jack y yo en ese instante palidecimos todo lo posible y pusimos todas las excusas posibles para no quedarnos el anillo, pero, tras una hora de excusas, consiguieron que nos quedaramos con los anillos.
-¿Por qué no vais a dar una vuelta y así le mostrais al mundo vuestro amooooooooor?-dijo mi madre melosamente.
-Emh...si, yo necesito tomar el aire-dije levantadome.
-Y yo...este momento ha sido demasiado...inesperado-dijo Jack siguiendome.
Al salir del restaurante Jack dice:
-Wow...tus padres se toman muy en serio este "noviazgo".
-Ya se les pasará...-entonces empieza a sonarme el móvil. Número oculto. Lo cojo-¿Diga?
-...
-¿Hola? ¿Quién es? Mira, si esto es una broma telefónica no tiene...
-H-ho-hola, Alexia. S-soy Theo...
-¡Ah! Hola, Theo ¿Qué pasa?
-Eeh...eh...eeh...me preguntaba s-si querrías ve-venir con-con-conmi-igo...
-¡OH, SI, NENA!-empieza a gritar Jack al lado del móvil-!NO PARES! ¡OH, SI!
-¿QUIERES CALLARTE, IMBÉCIL?-le grito a Jack-Bueno, Theo ¿Qué decías?
-Oh, no, nada...si estás ocupada pues ya nos veremos...
-¡SEEEEEEEEEEEEXOOOOOOOOOOOOO!-grita Jack.
-¿Te quieres callar de una jodida vez?-le digo.
-Em...Adiós-Theo cuelga.
-¿Theo?
-pipipipipipipi...
-Mierda-digo.
-¿Quién era?-dice Jack riéndose.
-Theo, imbécil...Vamos a su casa, parecía que quería algo importante.
-Pero es muy tarde.
-Si no quieres venir, no vengas.
Empiezo a andar hacia la carretera para llamar a un taxi, cuando uno para escucho un suspiro y los pasos de Jack a mis espaldas.
-Vaaale, iré contigo...¡Pero no pienso pagar el taxi!-dice.
-De acueerdo, pasa.
Entramos en el taxi, aunque el taxista no nos hace mucho caso y nos saluda con un simple: "¿Dónde?". Le indicamos la dirección de Theo y en unos veinte minutos ya estamos allí.
Llegamos a casa de Otto y Theo; allí está Otto...un poco a su bola, como siempre.
-¡Heeeey, tiiiiooos! ¿Que paaashaaa?-nos saluda.
-Bien, Otto, bien...¿Y Theo?-pregunto rápidamente.
-¿Qué...? Ah, si, ha salido, no sé a que hora volverá...pero sentaos, sentaos y relajaos.
Echamos el rato con Otto jugando a videojuegos, viendo películas y demás chorradas.
Theo llega muy tarde, aunque aún estamos despiertos. Se sorprende al verme.
-Eehm...Alexia...¿Qué haces aquí?-pregunta.
-Bueno, me llamaste y pensé que era importante, así que he venido a buscarte...Aunque he tenido que arrastrar a la cosa esta conmigo-señalo a Jack.
"La cosa esta" se da por aludido y saluda sin quitar la vista del videojuego.
Theo se sonroja un poco y sonríe.
El resto de la noche seguimos igual, Theo y yo nos llevamos muy bien...con Otto también, aunque a veces no le aguanto...dudo que alguien aguante a Otto del todo (A excepción de Theo...pero por lo que se ve, pocas cosas alteran a Theo). Al final tanto Jack como yo nos quedamos a dormir en esa casa.

Al día siguiente, más o menos por la tarde, Jack recibe una llamada y se va. No ha dado explicaciones, se ha ido sin más...Me pregunto a dónde habrá ido.
Al cabo de un rato vuelve muy pálido, su cara expresa terror, aunque intenta disimularlo.
-Jack, ¿Qué ocurre?-le pregunto.
Jack pasa olímpicamente de mi y se mete en el baño. Sale secándose las manos.
-Eeh, tu. ¿Qué te pasa?-le vuelvo a preguntar.
-Nada, déjame, adiós-responde saliendo por la puerta.
Me quedo mirando la puerta con cara de gilipollas hasta que vuelve a entrar otra vez.
-Jack, joder ¿Quieres decir que coño te está pasando?-le pregunto persiguiéndole.
-Theo, ¿Puedo hablar contigo un momento a solas?-dice. A mi me aparta con el codo suavemente.
Theo asiente y señala la cocina con la cabeza. Ambos entran dándome con la puerta en las narices. Joder, ¿qué coño le pasa? A ver, se que él y yo nos llevamos a matar y tal...pero hemos pasado varios días juntos y le he cogido cariño...El justo y necesario para que me preocupe por el.
Me siento en el sofá al lado de Otto, que al parecer también se ha dado cuenta...pero pasa, como siempre.
Al cabo de un rato intento escuchar que están diciendo, lo que escucho es la voz de Theo diciendo algo como:
-¿...Tanto se nota...?...Parece preocupada de verdad...
Acto seguido salen de la cocina. Jack parece mucho más relajado, pero aún tiene esa cara de terror.
Jack se sienta en el sofá y suspira:
-A ver...Subí un momento al piso de arriba, a la quinta planta...Una de las puertas estaba abierta y eché un vistazo-cierra con fuerza los ojos y respira hondo-. Allí vi a un hombre tirado en el suelo...había mucha sangre a su alrededor...también habían unos tíos, parecían atenderle...pero no tienen pinta de médico.
-¿Llamaste a la policía?-pregunta Otto.
-Si, ya están allí.
-Allí arriba hay algo-digo sacando mi vena detectivesca-¿Subimos esta noche? Supongo que no habrá nadie. Aunque no creo que tengas que subir, Jack...después de lo que has visto...
-¿Bromeas? Pienso subir, quiero saber que cojones está pasando.
-¡Si, tíos! ¡Como en las pelis! ¡Yo me encargo de las armas!-suelta Otto.
-Yo no podré subir, chicos...El ascensor está atrancado y no puedo subir, os esperaré aquí-dice Theo.
Llegó la noche y decidimos subir.

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Esa noche cambió nuestras vidas de forma radical...¿Por qué? ¿Qué que tuvimos que ver para ese hecho? No fue lo que vimos, fueron los sucesos siguientes.
Al parecer el tipo que vivía allí padecía la gripe esa tan famosa que ronda últimamente. Encontré un diario allí. El hombre era científico y por lo que se ve llevaba el tema este de la gripe, la última página escrita ponía algo como: "No podemos jugar a ser Dios".
Eso no fue lo peor...al volver a casa encontramos la puerta abierta y a Theo inconsciente, le habían golpeado muy fuerte en la cabeza y sangraba mucho; llamamos a la ambulancia y se lo llevaron.
Aparte de eso, mi prima Cindy (una rubia parecia a la de la película "Una rubia muy legal" pero creo que incluso la protagonista tenía mas cerebro)que también fue un cambio importante en mi vida.
Un buen día los militares nos advierten que no se puede salir de nuestras casas bajo ningún concepto. Conseguimos ir a casa de Otto, pasamos obstáculos (Como por ejemplo esas cosas que andan como zombis, parecen zombis y reaccionan como zombis [Creo que son zombis]) y llegamos sanos y salvos a su casa. Poco después de nuestra llegada nos comunican que Theo a muerto. Nunca antes había visto a Otto tan mal, parecía un saco de huesos y músculos vacía.
Por cierto, ¿he mencionado que mis padres están desaparecidos? La última noticia que tuve de ellos fue que ambos se habían dado de baja en el trabajo por enfermedad y ninguno contestaba a su teléfono móvil, en su puesto de trabajo tampoco sabían nada y en los últimos días recibí unos 500€ en mi cuenta del banco, la transferencia fue hecha por mis padres...esa suma de dinero es mucho más de la que suelen ingresarme.
Las noticias más frescas que tenemos es que ahora las autoridades nos han llevado a todos los sanos a un centro dónde habitarán las personas sanas de la ciudad. Es un recinto grande rodeado por vayas de alambre de espino y electrificadas...Me siento como una judía en plena 2ª Guerra Mundial.

El mundo se ha ido a la mierda.

3 jul 2010

Informativos ZBZ



- Buenos días, bienvenidos al informativo matutino.
A día de hoy comenzamos con noticias que sacuden al mundo entero:
Pandemia.
Se ha localizado un nuevo tipo de infección que mantiene a los investigadores y cientifícos en la duda, ya que se desconocen al 100% las causas y efectos de esta nueva enfermedad. Se ruega máxima atención a los siguientes síntomas:
  • Fuertes vómitos
  • Fiebres altas
  • Cangrena y necrosis
Manténgase alerta acerca de heridas de gravedad. La higiene en el tratamiento de las heridas y otras enfermedades resulta vital para mantener alejada esta epidemia.

Los casos detectados han sido llevados a cuarentena para su observación. Acudan a sus médicos para una mejor información. En los días siguientes, se les mantendrá informados acerca de los avances de esta noticia y su tratamiento.

A continuación, los políticos de los países vecinos...



26 abr 2010

Adiós, libertad

*Riiiing*

Por fin suena ese dichoso timbre que indica el final de las clases. Casi al instante ya estoy en la puerta saliendo.
La gente se aglomera en la puerta principal...espero a que se despeje un poco y salgo. Entonces siento una vibración en el bolsillo y empiezo a oír mi tono de llamada ("Caramell Dansen". Si, soy una friki...¿y qué?). Descuelgo:

-¿Si?
-¡¡¡HOOOLA, CARIIIIÑOOO!!!
Oh...no...esa voz no...
-...¿Mamá?-la palabra parece que se me atraganta.
-SIII, SOY YO, CIEEELOOO-ella siempre tan efusiva.
Diría que casi noto como me pellizca la cara...
-¿Qué pasa?
-Ve hacia casaaaa...tu padre y yo estaremos en dos minutos allí.
¿¿¿QUÉ??? ¿¿¿MIS PADRES??? ¿¿¿EN MI CASA??? ¿¿¿POR QUÉ???
-Pero-pero-pero...¿Por qué?-digo intentando no perder la compostura.
-Ahora te expliico...Chao-Chao, cieeloo...¡Besoooos!-cuelga.
En estos momentos soy la chica más frustrada del mundo...¿Por qué yo?
Voy andando hacia casa...Cuando un idiota se choca conmigo.
-Perdona-dice.
Le mando una mirada que ni la de "la niña del Exorcista"...no tenía un buen día.
-Maciza-me llama.
-¿Q-u-e m-e h-a-s l-l-a-m-a-d-o?-digo con ojos de psicópata.
-Nada, solo comentaba lo buena que estás-me guiña y se da la vuelta.
¿Pero que coño le pasa a ese tío?
En un arrebato de furia le tiro la mochila a la cabeza...desgraciadamente la mochila cae al suelo...al igual que mi dignidad, pero creo que no se ha dado cuenta...Así que cojo mi mochila y me voy.
Solo quiero llegar a casa y olvidarme de todo...de todo...de todo...
¿QUÉ? ¿Qué hace el idiota de antes en MI casa?
-¿Qué haces aquí?-le suelto siendo lo más borde que me sale.
-Me han dado la dirección para un trabajo de mudanzas...¿es tu casa?
-Si...-suspiro-haz lo que tengas que hacer...pero no molestes.
Y justo cuando voy a entrar en casa...
-¡¡HOOOLA, CARIIIÑOOO!!
No...noo...no...ÉL no...
-Hola, papá...-saludo.
-¿Que tal estás?
-¿Qué hacéis aquí? ¿Por qué habéis vuelto? ¿Ha pasado algo dónde vivíais?
-Noo... que diiices...Hemos vuelto para estar con nuestra hijiiiita queriiiidaa-dice con una sonrisa antes de darme un "achuchón" de oso.
¿Cómo que para estar con su "hijita querida"? Llevan toda mi vida pasándo de mi...cosa que nunca me molestó...¿y ahora así por las buenas vuelven? No me lo trago.
-Venga, va, en serio, fuera coña...¿Por qué habéis vuelto?-pregunto al liberarme de su abrazo.
Me mira sin comprender.
-Ya te lo he dicho...¡Queremos estar contigo!
-¿Y mamá?
-Ah...nada, en casa recogiendo sus cosas, ya sabes como es...
Se vuelve hacia el Idiota.
-Usted debe de ser Jack Layton, ¿no?
Vaya...el Idiota tiene nombre...
Bah, entro a casa y me siento en el sofá a hacer lo que sea. Mi padre y el de la mudanza se estrechan la mano y hablan un rato.
Al cabo de un rato de estar transportando cosas, mi padre bosteza.
-Buaaaah...voy a descansar un rato, estoy cansado-se encierra en su habitación y casi al instante oigo sus ronquidos...típico.
Ahora que me fijo...el chico no está nada mal...y tiene su punto sexy así cogiendo cosas pesadas...y sudado...¡Argh! Álex, llevas mucho tiempo sin echar un polvo...
-Perdona-me dice- ¿Puedes darme un vaso de agua, por favor?
-Si-digo.
Me levanto sin decir nada, cojo un vaso y lo lleno de agua del grifo. Y se lo doy.
Empieza a beber agua...y derepente...¡FUS! mi gato aparece practicamente de la nada y le tira el vaso encima...Dios...está realmente bien...¡No! Álex, no le mires tanto...Cojo el gato y empiezo a acariciarlo...Parece que al gato no le cae bien él.
-Bueno...yo ya he terminado, me marcho-dice.
-¿Te dejo una camiseta de mi padre?-vuelvo al tono borde- es que hace frío.
-No, gracias ya estoy calient...digooo...que hace calor.
-Oye ¿Tu tienes idea de física?-le pregunto.
-Se de otro tipo de física...
Argh...pervertido...bueno, mejor seguirle la corriente.
-¿Qué tipo de física?
-em...Física cuántica...Pero estoy muy cansado, me voy.
Se va...Tendré que hacer los deberes yo sola.
Entonces...caigo en la cuenta de algo...TIENE MIS LLAVES.
Voy tras él y le pido las llaves, él me las da y se va.
Al terminar los deberes empiezo a aburrirme...a aburrirme muuuuchiiiiisimo...mmm...mi padre seguramente tendrá el número del chico éste...
-Papá.
Ronquido.
-Papá...dame el número del de la mudanza.
El casi dormido saca un papelito y me lo da.
Marco el número.
-¿Si?-contesta.
-Me aburro.
-¿Quién eres?
-Esa chica borde...
-Ah, ya, la de la mudanza-parece desilusionado.
-Si.
-¿Qué quieres?
-Me aburro.
-¿Y qué quieres que haga?
-¿Damos una vuelta?
-Umh...vale.
-¿Dónde?
-Te recojo.
-Vale, hasta luego.
Cuelgo.
Voy a mi cuarto a cambiarme y me pongo una camiseta negra que pone: "Oh, My Goth!", unos pantalones vaqueros cortos llenos de agujeros y mis botas militares. Me pinto los ojos de color oscuro, cojo llaves y móvil y me siento en el escalón de mi casa a esperar.
Al poco tiempo aparece. Se queda un poco "pillado" viendo mis pintas...no es el primero.
-¿Por qué me has llamado?-dice.
-Me aburría-contesto encogiendome de hombros.
-¿Y no tienes más amigos?
-Bueee...¿Dónde vamos?
-Tu me dices. Por cierto...¿Cómo te llamas?
-Alexia...Álex para los amigos-no me acordaba de su nombre-¿Y tu?
-Jack...no puedo disminuirlo más.
-¿Dónde te hospedas?
-En un motel de mala muerte...desde la noche pasada.
-Que cutre...-mmm...está bastante bueno...y yo llevo tiempo sin un polvo...mejor ser directa-. Mira, te voy a ser sincera...te he llamado porque llevo mucho tiempo sin echar un polvo y eres el primer tío bueno que se me cruza por el camino. Enton...-me interrumpe cogiéndome de la cintura, después me besa.
La cosa se anima...vaya, que tenemos un calentón de narices...Si no fuese porque había mucha gente por allí lo habríamos hecho en ese mismo callejón.
Antes que nada le comento que tengo diecisiete años, no quiero que luego se arrepienta y me venga con historias si pasa algo...él tiene veinticinco...no puedo evitarlo, le suelto la rima tan famosa que tiene que ver con culos y con hincar.
Llegamos al motel. El "recepcionista" (si se le puede llamar así) va muy fumado...me pregunta si quiero un porro...ya que estamos...le pregunto si es buena...se desmaya...creo que no lo era tanto.
Vamos a la habitación de Jack. A los diez segundos (no sé cómo) estamos los dos desnudos en su cama. Al ver su....mmm..."mini-Jack" (lo llamo "mini" por decir algo, porque vaya....eso puede tener el grosor de mi brazo casi...) pienso: "¿ESO CABE?"
Y si....cabía a la perfección...pero como no nos quedamos contentos a la primera...lo hicimos una segunda...y una tercera...y una cuarta...así hasta seis (es heroíco)
Al terminar el último...noto que me mojo...pero no es mio....¡HORROR!
Jack se quita de encima y jadea...Le arranco el preservativo de golpe y miro que...¡GOTEA!
-AAAAARGH-grito.
-¿Qué pasa?-dice él.
Le golpeo histerica con el condón en la cara.
-¡MIRA! ¡MIRA! ¡MIRA! ¡MIRA!-le grito.
Su cara se pone pálida al ver que gotea.
Voy disparada hacia el baño...y hago algo que creo que es lo más estúpido que he hecho en mi vida con diferencia...Me meto en la bañera y con el agua de la ducha empiezo a darme en...mm...el horno dónde se cuece el pan, por así decirlo.
Jack tranquilamente se viste y se va...Me di cuenta que se había ido cuando me tendió la píldora...nunca me había alegrado tanto de ver un medicamento.
-Toma, coño mojado-dice.
Le quito la píldora y me la trago al isntante.
Salgo de la bañera (ojo, con mucha dignidad), voy donde la "escena del crimen" y empiezo a vestirme. Jack se tira a la cama...parece cansado.
Al vestirme le doy un puñetazo en el "arma homicida" (si, leo muchas novelas de misterio). El abre los ojos.
-¿Pero que coño haces?-exclama.
-Por el susto que me has dado-le lanzo una mirada asesina.
-Si, pero tu bien que has disfrutado, nena.
¿NENA? ¿Me ha llamado...nena?
-¡¡No me llames nena!! Me voy-digo indignada saliendo de la habitación.
-Adiós, nena-oigo que dice.

Voy algo lento...tengo que ir con las piernas algo arqueadas...en fin...
Al salir del motel mi padre llama histérico con que vuelva casa, que dónde estoy...bla bla bla...le tranquilizo diciendo que ya voy para allá...
Adiós libertad...te echaré de menos...

Seis en una

Despierto y la única cosa que me da los buenos días es mi horrible dolor de espalda. La cama me ha destrozado por completo. Como de costumbre, me levanto temprano, así que voy a la ducha. Congelada. De nuevo me quejo del presupuesto que he tenido que pagar para esto...de la habitación contigua oigo quejas y golpes, por ello, decido que lo mejor es que me quede callado.
El agua fría alivia el dolor de espalda y también me despierta del todo.

Gruñidos. Mi estómago reclama combustible. Salgo de mi habitación y en el camino que hago desde ella hasta la salida no encuentro a nadie. Mientras camino, reflexiono de que debería buscarme un empleo, pues me queda poco dinero. Decido que lo mejor será buscar un periódico, y no comprarlo, porque sería otro gasto absurdo. Voy a la cafetería más cercana y una chica...joven, pelirroja de ojos verdes me toma nota. Me doy cuenta de que me mira de arriba a abajo, pero me hago el interesante haciéndola creer que no me doy cuenta. Tomo un café y un sandwich que de momento me dejan satisfecho. Miro a la mesa que está al frente y...¡un periódico!
Me levanto rápidamente, lo cojo y me vuelvo a sentar.
Noticias aburridas, típicas...una falta de higiene en un barrio...que asco de gente.
Sección de empleo. Encuentro de todo un poco, pero lo que más me llama la atención es una mudanza. En el árticulo se refleja una dirección y un número de teléfono. Decido llamar.

-¿Dígame?-Contesta una voz.

-Buenas.-Digo.

-¿Quién es?

-Le llamo por una oferta de empleo, ¿sigue disponible?

-¡Oh! Claro, claro. Sí, una mudanza. ¿Está usted capacitado para ello?

-Cuando me vea verá usted que si.-Río.

Me da una dirección y me indica que esté a las doce en ella. Me da las gracias y cuelga.

Termino el desayuno y pago. Le dejo mi número de teléfono al lado de la cuenta a la camarera, que me mira y me guiña, a lo que yo sonrío.
Doy un largo paseo, hasta poco antes de las doce.

Quiero ser puntual, así que me dirijo hacia la dirección que me han indicado. En el camino choco contra alguien. Veo a una chica, pelo negro con puntas rebeldes, ojos azules y...en resumen, que está muy buena.

-Perdón.-Digo, intentando ser cortés.

Me lanza una mirada asesina. Algo me dice que no tiene un buen día. Se da la vuelta y suelto:

-Maciza.

Eso la mosquea, porque se da la vuelta y me mira ahora con ojos asesinos.

-¿Q-u-é-m-e-h-a-s-l-l-a-m-a-d-o?-Gruñe.

-Nada, solo comentaba lo buena que estás.-Le guiño y me marcho.

Al llegar a mi objetivo, me encuentro de nuevo con la muchacha, que me mira y me pregunta:

-¿Qué haces aquí?

-Me han dado esta dirección para un trabajo en mudanzas...¿es tu casa?

-Si...-Resopla.-Bueno, no me molestes.

Un hombre...bastante atractivo me pregunta si soy el de la mudanza, a lo que asiento. Me da las llaves de la casa y me indica que hacer. Lo normal, llevar cajas a una casa, que si no.
Termino mi jornada sin chaqueta y bastante sudado. La chica de antes me está mirando.

-Perdona, ¿me puedes dar un vaso de agua, por favor?-Le pido.

-Sí.-Dice secamente. Va a la cocina y me sirve un vaso de agua de grifo. Casi parece que está caliente, pero me sienta de maravilla. De pronto, un gato se me pone de frente, causando que el vaso derrame el agua sobre mi camiseta. Me viene bien, pues tengo bastante calor. La chica acaricia al gato, y este, se enfurruña mirándome.

-Bueno, yo me marcho ya.-Digo.

-¿Quieres una camiseta de mi padre? Hace frío.-Dice algo menos borde...pero sin exagerar.

-No, gracias, estoy bastante calient...quiero decir, que tengo calor.

Luego ella me pide ayuda con sus deberes de física. Le digo que podría ayudarla con otro tipo de física, y al preguntarme cuál de forma tan inocente, le respondo que de física cuántica. Por desgracia es esa la que está dando, y le digo que estoy muy cansado. Después de eso, me voy.
Antes de irme, la chica me persigue y me dice que tengo las llaves de su casa, las saco y se las doy sin rechistar.

Antes de llegar al motel, decido dar un paseo. Mi móvil empieza a sonar. ¿Será la pelirroja?

-¿Sí?

-Me aburro.-Responde una voz femenina.

-¿Quién eres?-Pregunto extrañado.

-Pues...chica borde que...-Empieza a hablar.

Ah venga! La de la mudanza.-Acierto.

-Sí.

-¿Y qué quieres?

-Me aburro.

-¿Qué quieres que le haga?

-¿Damos una vuelta?

-Uhm...está bien...

-¿Dónde?

-Te recojo.

-Vale, hasta ahora.-Cuelga.

Esta chica es muy rara. Me quedo extrañado, pero voy a su casa. La veo vestida de una forma bastante...inusual. Pero si es su estilo no me voy a quejar. Si no, miradme a mi.

-¿Por qué me has llamado?

-Me aburro.-Dice.

-¿Y no tienes más amigos?

-Bueee...¿A dónde vamos?

-Tú te conoces esto mejor, donde tu quieras.

-Antes de nada, creo que no estaría nada mal que me dijeras tu nombre.

-Alexia...Alex para los amigos. ¿El tuyo?

-Jack...y no lo disminuyo más porque bastante corto es ya.

-¿Cuánto tiempo llevar aquí?

-Desde la noche pasada, me hospedo en un motel de mala muerte...pero al menos hay cama.

-Que cutre...-Duda un momento.-Mira, te voy a ser sincera. Te he llamado porque hace tiempo que no follo, y tú eres el primer tío bueno que se me ha cruzado y me ha hablado, porque los de mi clase...casi que no. Enton...-Sigue hablando, pero la atraigo hacia mí y la beso.

Nos empezamos a calentar. Bueno, aunque no sea pelirroja esta también está bien. Luego me comenta que tiene diecisiete años, yo tengo veinticinco (hace la gran rima), y le digo que después no diga nada que pueda afectarme.
Llegamos al motel y nos metemos en mi habitación. La lanzo a la cama y comenzamos a desnudarnos mutuamente. Por suerte tengo bastante protección para las seis veces que lo hacemos...algo heroico, pero es que soy yo. Al terminar el último, ella me aparta bruscamente y me saca el "chubasquero". Se pone histérica y me lo muestra. Caen gotitas.

Ella casi se pone a gritar, va al baño y se da con la ducha en sus partes íntimas. Yo me visto y bajo a la farmacia más cercana. Al subir la veo haciendo lo mismo.

-Histérica.

-¡Calla!

-Toma, coño mojado.-Le extiendo la pastilla.

Se la toma. Parece más calmada ahora. Me tumbo en la cama, y me quedo dormido...

Ah! ¿Qué coño haces?-Me despierta con un golpe en una zona bastante delicada.

-Esto por todo lo que me has hecho.

-Pues tú bien que lo has disfrutado, nena.

-¡No me llames nena! Me voy. Adios.

-Adios, nena.-Le digo.

Veo como se marcha enfurruñada y después caigo rendido.