La ciudad reposa después de las largas horas que duró la batalla. Algunos aún no concilian el sueño, alerta. No quieren cerrar los ojos por temor a un nuevo ataque, a escuchar los gritos de ánimo entre compañeros, a ver a sus conciudadanos caer. Pero el resto sueña con un nuevo futuro, por el que han dejado la sangre y las lágrimas.
La desesperanza se va como el cielo oscuro al amanecer. Los niños sonríen al escuchar a sus padres contar como era todo anteriormente, y que tal vez vuelva a ser igual. Esperanzador, completo, nuevo.
Y los héroes son ensalzados en las calles y en las casas.
La confianza, la necesidad de que se haga algo bien. El bienestar que hará construir un futuro lleno de luz sobre las ruinas de la oscuridad
Juntos... ¡lo conseguiremos!
ResponderEliminar~Kyra~