1 jun 2011

A lo desconocido

No hicimos mucho más. Tampoco teníamos un lugar concreto al que acudir para continuar la búsqueda de mi hermano Iefel. Hasta que Ethan trajo un posible destino consigo: El Muro. De lo que hay allí... nadie sabe, y quienes lo exploraron no lo han podido contar. Tengo que admitirlo, estoy asustada. Pero nunca lo admitiría en voz alta. Siempre he tenido miedo a lo desconocido, y no es extraño que toda esta aventura no se me esté haciendo aterradora, pues al menos siempre suelo llevar una leve idea de lo que encontraré. Sin embargo, El Muro... ni los mapas cuentan su secreto, ni nadie, ni nada. Es como un susurro enloquecedor que me atormentara cada instante y me oprimiera el pecho a cada paso que avanzo. Incluso tuve miedo cuando me adentré en aquella trampilla de la Torre, pero pude mantener la calma. Me recordó a algo que había estado oculto en mi fuero interno, algo que sucedió cuando era una niña...

Pero en fin. Todo tiene un sacrificio. Y tampoco vamos a pasar la frontera del Muro... a menos que la cosa se descontrole. Pero bueno, todo tiene su lado positivo.
No estoy sola.

[Diario XVIII]

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