17 jul 2011

Solo atraigo problemas

Frío. Así es como describo lo que voy a escribir ahora.

Cuando la situación tensa se disipó y cada cuál fue a lo suyo, Ethan optó por llevarme al Infierno para… consumar nuestro amor. Aún no le había dicho lo que tengo que decirle… ¿pero en qué circunstancia puedo hacerlo? Pensaba que quizá después de hacer el amor… aunque nunca lo he llamado así en voz alta, podría por fin decirle que lo amo.

Desperté y curioseé por todas las habitaciones de su mansión, toda negra con bordes plateados para distinguir tal vez el comienzo de un mueble o esquina, y con algún que otro detalle rojo. Llegué a una habitación con ¿agua plateada? Eso parecía haber en el centro, así que decidí tocar el agua con algo ajeno a mí. Vi a una elfa, de cabellos oscuros y cara de pocos amigos. Cuando quise darme cuenta estaba dentro de aquel mundo.

Era gente muy extraña la que vi allí. Eran dos hombres, guerreros tal vez, una mujer humana, la elfa y un extraño ser llamado kender. Su nombre era Arlie… o algo así, y era muy parlanchín y pesado, pero también curioso para mí. Pronto me vi huyendo de una pelea extraña que transcurría de forma lenta, y de pronto algo me agarró y me sacó de aquel mundo. No hace falta mencionar que antes de ello llamé a Ethan histérica, y cuando se despertó acudió a sacarme de allí. Él sabe que nunca aprenderé, pero en fin, no quiero cambiar.

Después de desayunar una sustancia llamada “café” (exquisita, añado), descubrimos que en realidad Dorek no está con mi tía, sino en una torre en unas islas muy lejanas. Intenté buscar a Hedrek también, pero no distinguí el lugar que me mostró… luego, volvimos a nuestro mundo. Y ahí estuvimos hasta antes de nuestra partida. Iefel a la mañana estaba mejor, pude hablar con él y le propuse que hablara también con Ethan… era lo correcto. Los dejé a solas, y después de estar un rato con Sol, me aburrí de verle tallar y fui a jugar con Ash.

Ella estaba distante al principio, pero con todo lo ocurrido no había podido darle toda la atención que le daba antes, así que no era de extrañar. Después se animó y nos pusimos a correr. Todo iba perfecto, yo corriendo con mi loba feliz, hasta que me adelantó y vi a donde había llegado.

La pobre estaba en mitad del lago de hielo, tal vez había resbalado y llegado hasta allí. ¿Qué podía hacer yo? Todos estaban lejos y quizá si buscaba ayuda, al volver ella ya estaba bajo el agua. Un palo era demasiado corto como para que lo agarrara y la trajera hasta la orilla. Así que a pesar de escuchar como crujía el hielo, avancé hasta ella. Todo iba bien, llegué y la sostuve para que avanzáramos, pero ella se movía mucho y si seguía así todo iba a ceder. Decidí que para salvarla lo mejor sería empujarla hasta que llegara a la orilla, supuse que el hielo no se rompería. Supuse, como siempre, mal. Al hacerlo ella llegó, pero bajo mis pies todo se derrumbó hasta que pronto me encontraba debajo de un agua helada. La respiración se cortó tan pronto como entré, aunque quería moverme para nadar, era imposible, y de repente el sueño y la oscuridad decidieron apoderarse de mí.

[…]

Poco a poco empecé a escuchar una voz lejana. Dentro de todo el frío que sentía, podía notar también un cuerpo cálido y unas manos frotando el mío. Escuché la voz de Ethan, asustada, pidiéndome que entrara en calor, que despertara y abriera los ojos. Después añadió que quería casarse conmigo aunque yo no quisiera, y por último me confesó que me amaba. “Maldita sea” pensé. Llevaba tanto tiempo esperando a que pronunciase esas palabras y en ese momento no podía responderle yo a él. Aquello me hizo reflexionar sobre el hecho de no poder expresar mis sentimientos, a partir de entonces tendría que saber hacerlo, porque como ya he visto, nunca se sabe lo que puede pasar. Y más aún con mi capacidad para meterme en problemas.

Cuando abrí los ojos pude verle, su mirada tenía algo de desesperación, pero el alivio la cubrió. No sé si me echó la bronca antes de dormirme de nuevo, solo sé que me hizo reír un par de veces.

Pronto, al despertar de nuevo, busqué que volviera a pronunciar aquellas palabras que tanto ansiaba, y esa vez pude responderle. Ambos estábamos nerviosos, y creo que los dos nos ruborizamos a la vez. Oh, se me olvidaba decir que estábamos de camino por el bosque, yo estaba dentro de un carro mientras los demás cabalgaban. Después de recuperarme y permanecer un rato hablando con Ethan, quise continuar por mí misma.

Iefel se mantuvo sereno, aunque yo sabía que realmente deseaba abrazarme tanto como yo a él. Sobre los caballos, no sé cómo, pude hacerlo. Me explicó que antes de “interrumpir” la conversación que él estaba manteniendo con Ethan, las cosas estaban yendo bien. Me deseó que fuéramos felices, y también averiguó algo que no quería que supiera… en fin, como él dijo, ya no soy una niña.

Tengo que aprender a mantenerme al margen de los problemas. Ethan me ha salvado la vida repetidas veces y aún no sé qué hacer para compensarle. Supongo que dejando de tener problemas, o a este ritmo acabaré con él.

Desearía… no tener que depender de los demás y salir yo misma de mis problemas. Seguiré siendo un estorbo si no consigo solucionarlo.

[Diario XXIX]

12 comentarios:

  1. Eres mi pequeño estorbo (:3)
    - Ethan

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  2. Intento quitarle peso, malpensada.
    No eres un estorbo, eres como eres
    - Ethan

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  3. Eso suena a: no eres un estorbo, eres tú, que es peor.
    Intentaré dejar de meterme en problemas.

    ~Kyra~

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  4. Si dejas de meterte en problemas, significa que te alejarás de mí. Admítelo, soy tu mayor problema
    - Ethan

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  5. Si tú fueras mi mayor problema nunca tendría riesgos de morir, ya que sueles evitarlo.

    ~Kyra~

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  6. Pero yo muevo los hilos del destino, solo que, casualmente, estás tú
    - Ethan

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  7. Nadie es capaz de mover los hilos del destino. Pero no tengo queja alguna si mi destino eres tú, ¡lo que no me gusta es estar destinada a estar en problemas constantemente!

    ~Kyra~

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  8. ¿Y qué le hacemos? Intentaré estar encima tuya, pero sin agobiarte.
    Pero tienes que dejar de pensar que eres un estorbo y molestas si te metes en problemas. Esas cosas pasan
    - Ethan

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  9. ¿Tres veces seguidas? Son cosas que pasan demasiadas veces. Y admite que lo pasas mal, ¿o no?

    ~Kyra~

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  10. Sí, pero no para echarme las manos a la cabeza y quejarme al cielo por mi desgracia
    - Ethan

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  11. Jajaja, esa imagen ha tenido gracia. Eres un dramático, pero yo también lo soy.

    ~Kyra~

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