Sus tatuajes son enigmáticos, pero es más misterioso aún el hecho de que apenas recuerde nada.
Sea quién sea esta muchacha, a pesar de haber propuesto que se añada a nuestro grupo, hay algo en ella que me hace desconfiar.
¡Claro! ¿No pensarían en serio que de repente iba a confiar en una extraña? Supongo que será la curiosidad que me atrae a conocerla. Tan solo espero que nos sea de utilidad y no atraiga ningún tipo de problemas.
Por lo demás, este continente me resulta tan distinto al anterior que parece que he cambiado de mundo. Pero ya estoy acostumbrada a ello.
Continuemos nuestro viaje, ¡grandes aventuras nos esperan!
[Diario XXXIII]
Las conversaciones en mitad de la noche no te sientan nada bien
ResponderEliminar.- Sol