13 sept 2011

Reencuentros y aventuras

El encuentro con Darius fue emocionante. Sobretodo cuando me sorprendió tapando mis ojos desde atrás. Sí, desde luego había sido un bonito reencuentro, y nuestro abrazo demostró que ambos habíamos extrañado al otro. Nos vimos interrumpidos por Ethan, que apareció diciendo "¡eh, eh,eh!"

Bueno, aún no entiendía por qué estaba tan celoso de Darius, al fin y al cabo estaba con él e íbamos a casarnos, ¿no? En fin, suponse que se le pasaría cuando lo conociera mejor.
Error. Cuando ya estábamos en el barco y estábamos cada uno en sus respectivos camarotes, me desperté a la mañana. Como me desvelé, fui a la cubierta a sentir el frescor de la mañana, y allí estaba Darius. Dijimos de ver juntos el amanecer... pero al final me quedé dormida. Lástima, me hubiese gustado de verdad ver el amanecer con él.
Desperté en su camarote, bueno, en su cama. Él estaba en un sillón. Desde luego es un caballero, es algo que me encanta de él, pues es educado y al mismo tiempo agradable. Quizá... si lo hubiese conocido mejor antes de dejar su barco y hubiéramos pasado más tiempo juntos... habría permitido que ocurriese algo entre nosotros. Pero Ethan llegó antes, sin duda es el hombre al que amo. En fin, son solo cavilaciones sin fundamento, el caso es que al salir vi a Ethan delante de la puerta, que me miró unos segundos y se dio media vuelta al instante.
Me costó comprender lo que había pasado. Sin duda había malinterpretado los acontecimientos. No lo encontré hasta más tarde.

Tras las explicaciones a él, a Darius y entre ellos, las cosas se solucionaron. Tampoco puedo pedirle a Ethan que sea un hipócrita si realmente no le ha causado una buena impresión Darius.

Pasó el tiempo en el barco, y pronto llegamos a la costa. Quedé con Darius al atardecer para depedirnos. Durante ese tiempo exploré la ciudad. Encontré algunos criminales encerrados por las calles. Uno de ellos me pidió que me acercara, ¿y a qué no sabes quien se acercó? Me dio una llave de un cofre que tenía "cosas". La curiosidad, como siempre, se apoderaba de mis actos.

Fui a despedirme de Darius donde quedamos. Sin duda de nuevo sentiré su ausencia. Pero lo veré pronto de nuevo. Luego me marché a la casa que me había indicado el hombre. En una trampilla que daba lugar a unas escaleras que bajaban a un lugar con ratas y agua, encontré el cofre. Dentro solo había pergaminos, armas extrañas y un libro. Pero encontré dinero en un lugar oculto debajo del cofre. ¡Bien, eso era lo que quería!

Aún así me llevé todo lo demás para examinarlo con más detenimiento. Cuando lo leí todo en mi habitación de la posada y descubrir que mi querido amigo era una especie de verdugo sin escrúpulos, caí en la maravillosa conclusión de que si me descubrían con todo eso me podrían acusar de algo. Por lo que decidí devolverlo todo.
Tengo que admitir que en ocasiones soy épica (y ahora es cuando suelto una risa maliciosa). Con una capa oscura evité las miradas de los guardias y llegué de nuevo. Estaba abajo, devolviendo las cosas, cuando escuché ruidos arriba. Entonces el tipo que estaba en la celda apareció en la estancia. Me escondí mientras miraba como se lo llevaba todo y al irse pasando por mi lado, soltó un simple "gracias".

Acongojada como estaba, volví de nuevo evitando que me vieran. Incluso subí por la ventana de mi habitación. Claro... ahí me esperaba Ethan. Pero... ¿cómo es que no me odia después de todas las estupideces que hago?

Al día siguiente fuimos a la otra ciudad, donde dejé a mi padre antes de partir a Kaine-Duin. No tardamos demasiado. Llegamos al mercado, y allí lo vi, hablando con algunos mercaderes. Buenas vestimentas, y un aspecto mucho más saludable. Como siempre había sido mi padre. Me acerqué esperando que me viera.
Y cuando centró su mirada en mí, tan solo nos abrazamos. Siempre me ha gustado que me susurre que soy su niña, aunque en ocasiones me he quejado diciendo que ya no era una niña. Pero en ese momento se me llenó el corazón. Al principio no reconoció a Iefel, pero pronto ya estábamos los tres abrazados.

Esta semana ha estado cargada de reencuentros. Si solo esos dos me han dejado tan buen sabor de boca... ¿cómo será el día de mi boda, cuando me encuentre con todas las personas a las que he estado conociendo durante mi pequeña aventura?
Ya queda poco.

[Diario XLVI]



2 comentarios:

  1. Al final te hace ilusión, ¿¿eh??
    - Ethan

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  2. No te confundas, ¡es solo una excusa para reencontrarme con todas las personas que quiero!

    ~Kyra~

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