6 sept 2015

Necesito un nombre

Los sentimientos forman parte de nosotros. Pero... ¿qué ocurre si no eres capaz de sentir alguno de ellos? Si no se ha dado el caso ya, después de tantas personas que han decidido hacerme daño... ¿cómo sé que algún día sentiré... odio?
¿Quiero realmente sentir odio? Si para ello no me importará ver como a una persona le quitan le vida delante de mí, no sé si quiero sentirlo alguna vez.

Pero a nadie. Ni a mi madre que me abandonó, ni a personas que han intentado matar a mis seres querido o incluso han llegado a hacerlo. Puede que sencillamente sienta lo que Zekkyou me ha nombrado: desprecio.
Necesito darle un nombre a mis sentimientos, pero con él... no soy capaz.

Pensé que le odiaba hasta que pronto me vi lanzándome a salvarle la vida, tal y como dice Noruber, sin importarme nada más. No hubiera cambiado mi vida por la suya de haber muerto, pero conocía la magnitud de las consecuencias, y aún así lo hice.
He salvado la vida de Roy Marousse a pesar de que juré y perjuré odiarle. Y ahora resulta que no. ¿Por qué?
Además, para más confusión, Noruber no me ayuda a dictaminar un nombre. Da por hecho que si se marcha ahora que le creen muerto, lejos de mí, le extrañaré.

Y no dudaba en ningún momento que eso no sería así, no hasta que él me lo hizo ver. Y cuando ya le estaba pidiendo a Marousse que se marchara para no volver a verle jamás, algo vino a mí.
Quería perderle de vista para siempre, pero dentro de mí siempre sabía que eso no sería posible, que tarde o temprano volvería a verle, sin ningún remedio. Y eso me hacía arder de rabia, de impotencia.

Sin embargo ahora... ahora que le he pedido que se marche y no regrese creo que al fin se hará realidad.
Y siento miedo. ¡Maldita sea! ¡Siento miedo! Será como si hubiera muerto de verdad, jamás volveré a verle y no podré ni compartir si quiera un reproche. Nada.
Eso debería aliviarme, ¿cierto?

Entonces... ¿por qué siento que me he equivocado?

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