26 mar 2015

Al final, confesé. Al final, le conté lo que vivimos. Cómo era ella, qué habíamos vivido, cómo había cambiado después del tiempo. Porque con esa mujer todos habíamos tenido grandes perdidas. El corazón había sufrido para todo aquel que la había conocido... y muchas veces repetía la pregunta de Sol que me había formulado tantas veces.

"¿Por qué sigues extrañándola?"

Yo recuerdo el momento sin entenderlo del todo.

"¿Por qué no lo hacemos todos?"

Cambió cosas, nos tocó de cerca a todos, se arriesgó por nosotros... Bueno, realmente se arriesgaba por todo y por nada. Pero era así, su modo de ser. Encantador, entregado, arriesgado, despreocupado. Él sabía el daño que me hizo, de ahí su frialdad. Aunque creo saber que siente lo mismo, algo parecido. Su aprecio es anterior al mío, no ha podido olvidarla tan fácilmente.

Una persona tan extraña que nos une a todos por diferentes motivos, aunque el nexo sigue siendo común. Y no me atrevo a pronunciarlo. Sea lo que sea... ella ya no está. Es inútil recriminarle algo, cuando ni siquiera podremos saber más, cuando ni siquiera puede defenderse.
Aunque me gustaría... poder acariciarla una vez más.

2 comentarios:

  1. Supongo que es imposible no extrañar algo bueno, aunque luego se malograse. Arriesgaba por todo, pero no apostaba por nada en concreto.

    -Therin

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Niña, no hables así de tu madre.
      > Ethan (en el pasado)

      Eliminar