29 ene 2015

El encuentro sería quizás lo más desagradable que pasara en aquellos días. Nunca habían tenido problemas, no como aquellos. Y temían que fueran irresolubles, conflictos que terminan por alejar a los que incluso se quieren.

Habían estado juntos incluso cuando la memoria faltaba, y el cariño había tenido que ser construido de cero. Pero el capricho y el egoísmo podía destruir muchas cosas.

- He escuchado que te marchas.

- ... A poner algo de distancia, sí. Creo que es lo mejor.

- Lo mejor hubiera sido que la dejaras en paz, desde el principio. - sentenció, sin demasiada compasión. La cuestión era bien sencilla.

- No es tan fácil, Daniel. No puedes... - comenzó para ser interrumpido.

- ¿Es que no escuchaste cuando ella decía que no? ¿O es que piensas ser tan...obstinado siempre? Algún día tenían que llegar tus problemas. Solo que no esperaba que fueran de este modo.

Konstantin suspiró, agotado de no poder dormir, de no poder dejar de pensar en todo lo que se le venía encima. De lo que había hecho y de lo que podía haber provocado.

- He parado. Tarde, pero lo he hecho.

- Cuando la tormenta ya está encima. No...  No puedes pretender que esto sea el fin del maldito problema que solo has creado tú. - dijo, alzando las manos hacia él, casi a la altura de su cuello. Pero tenía que contenerse, por él y por Dasha.

- Ella tampoco me detuvo. - se excusó, pero volvía a cometer el fallo de hablar sin pensar demasiado.

- Teníais que haberos detenido los dos. Joder... no sé cómo va a acabar esto, pero algo me dice que no bien.

No había nada que responder más allá de la vergüenza y la culpabilidad.

- Al menos, esperarás a que terminemos todo esto, ¿no?

- Sí, le dije que sí... que esperaría.

- Ojalá para entonces deje de sentirme así. - dijo finalmente, en un suave susurro, lamentándose por lo que les tocaba vivir en aquellos momentos. Y deseaba que realmente cambiase.

Se quedaron en silencio, con las manos escondidas en sendos bolsillos, mirando a nada en concreto, sin saber qué más decir.

- Nos veremos entonces.

- Ojalá... ojalá pudiera hacer algo por solucionar toda esta locura.

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