Lo que estoy haciendo.
Lo que he hecho.
Lo que debí o no debí hacer.
Dónde estoy.
A quién sigo, a quién he dejado
atrás.
Todo eso ahora... no importa.
He dejado atrás todo, absolutamente
todo. Para acabar aliada con personas que un día intentaron matarme
a mí y a quienes consideraba mi familia...
Lo he recordado todo también, sin
embargo decidí cortar de raíz todo tipo de recuerdos o sentimientos
que pudieran provocarme un dolor punzante en el corazón. Constante.
Ya apenas recuerdo los rostros, las
miradas... he muerto para siempre. He empezado de cero, y mi familia
también.
Muerta. Así me creen. Será menos
doloroso y menos esperanzador para ellos. Porque yo... no siento nada
ya. Ni siquiera lo poco que pude llegar a sentir cuando me reencontré
con ellos.
Ahora pertenezco a un nuevo lugar, a
una nueva causa. Sin líderes, por el momento. Decisiones que se
toman entre todos, verdades que se muestran sobre la mesa. Nada que
ocultar. O eso quiero creer. Quizá las cosas no sean como me las han
mostrado. Pero necesito confiar en alguien, si no... acabaré por
volverme loca.
Aquí estamos, en este crepúsculo
permanente. Nosotros, el Sol Negro.
En el fondo... sabía que algún día
tenía que ocurrir.
[Diario IV]
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