Poco a poco, me voy acostumbrando a
estar aquí, con Zekkyou, sus sombras y sus peticiones extrañas.
Fuimos a Argonath para encontrar personas solitarias, secuestrarlas y
esclavizarlas en su castillo. Sí... así de sencillo. Fue un trabajo
fácil, una pequeña prueba.
Al regresar estuve entrenando, un poco
fuera de lugar al principio. No terminaba de adaptarme, de sentirme
cómoda aquí. Pero es natural... al fin y al cabo lo he dejado todo
por esto. No quiero arrepentirme.
He intentado dejar de ser tan... amable
con los nuevos sirvientes y creo que a estas alturas ya me tendrán
un poco de miedo. Pero la verdad es que sabe bien esto de ser de “los
malos”, como dice el pequeño nuevo discípulo de Zekkyou.
Estuvimos planeando cómo podríamos
traer a Sol hasta aquí. Ya que no podía despertarse, pensamos en la
opción de traerlo a la fuerza, sin embargo, al observarle... resultó
ser que se había despertado. Que extraño, ¿por qué ahora?
Así que él convocó al resto del Sol
Negro para planear nuestro siguiente paso. La noticia de que había
despertado no sentó muy bien, algunos incluso sintieron miedo. No
sabemos si Sol nos ignorará, se intentará unir a nosotros o
intentará matarnos. Por lo que... dos de las personas con las que él
tenía más confianza, irán a hablar con él mientras nosotros
vigilamos de cerca.
Ya me entusiasma, en parte, la idea de
movernos al fin. Me gustaría poder ayudar a resurgir de las cenizas.
No puedo desconfiar de ellos, se han mostrado ante mí tal y como
son. Quiero creer que así es.
Y mientras planeamos lo que ocurrirá,
lo mejor será fortalecer y entrenar mis nuevas habilidades. No
comprendo del todo por qué puedo volver a controlar el poder del
fuego, pero... no me quejo.
Y viajar entre portales será una tarea
compleja, mas... los objetivos se alcanzan con esfuerzo, y al menos
esta vez, tengo algo por lo que esforzarme.
[Diario V]
No hay comentarios:
Publicar un comentario