No es momento de pensar con el corazón.
Ha ocurrido algo inesperado, que puede ser… el principio del
cambio, de nuestro objetivo que ha venido por sí solo. Sol ha regresado. No sin
antes llevarme un susto de muerte y llorar la supuesta pérdida de Zekkyou.
Cuando vi su cuerpo inerte, sin vida… lo único que pude
sentir era ira y un gran vacío dentro de mí. Se ha convertido en una persona
demasiado importante. No solo porque lo haya dejado todo, incluidos mis
sentimientos, sino… porque estoy conociendo a un hombre que jamás pensé que
encontraría en él.
Y al hilar mis pensamientos en ese arrebato de ira y ver al
mismo tiempo a Sol, temí que fuera el mismo quién lo había matado. Pero me
resistí a atacarle, porque… al fin y al cabo, ¡Sol es muy importante para mí!
Luego comprendí que Zekkyou tan solo utilizó una marioneta
para que, esa sombra que resultó ser nuestro Maestro, se despistara. Al igual
que hizo conmigo para fingir mi muerte.
Ahora estamos de nuevo trece. Sol ha encontrado a Aeryn, y
se mantiene en el bosque, quizá intentando liberarla, o quizá no.
He hablado con Zekkyou, sin poder evitar fijarme en su comportamiento
hacia mí. Recordando lo que sentí cuando pensé que… me había dejado sola. “Hormigueo
en el estómago”, curiosa descripción para lo que siente. ¿Es algo parecido lo
que siento yo?
¿Pero qué digo?
No es momento de pensar con el corazón.
[Diario VI]
Las grandes aventuras hacen extraños compañeros de cama... ¿no era así?
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