La impotencia que sentía en mi
interior solo encontraba una salida, que era la furia y la ira. La
ira sobre aquellos que eran mis seres más preciados, aquellos que
más daño podían hacerme. La amenaza estaba en todas partes, en
cualquier momento podía descubrir una horrible verdad sobre una
parte oscura de mi vida.
Las promesas, a base del ejemplo de los
demás, parecen poco válidas. Cualquier palabra es solo aire a
veces. Los lazos pueden no llegar a significar nada, por cambios en
la vida de esas personas. Por cosas que simplemente no podemos
controlar.
Por mucho que luche por ellos, pueden
abandonarme, abandonarse entre ellos.
¿Cómo sobrevivir a algo así? Quiero
confiar, quiero creer en ellos. Quiero dejar de vivir con miedo a
todo lo que ocurre a mi alrededor.
Que no haya historias sin terminar para
mí, y que acaben destruyendo la visión que intento tener. Por ella,
por mí, por todos.
Mi deseo de venganza contra mi búsqueda
de la felicidad. Nunca he vivido una batalla tan intensa, ni siquiera
cuando he hecho correr la sangre de otros. Deseo fervientemente no perder el control, no otra vez.