¿Qué hay en mí que cambia a las
personas?
¿Que enloquece a los demonios?
¿Que me impide formar una vida a su
lado?
¿Que les hace perder el control de sus
sentimientos?
No me había dado cuenta hasta hoy.
Pero me ha quedado más claro que nunca, a pesar de llevar apenas un
mes separados: nunca podré regresar a su lado.
Es ese pensamiento, esa redención, lo
que ahora me va a permitir continuar mi propio camino.
Es injusto para otros, para una persona en
concreto, que haya llegado justo ahora. Apenas un mes y ni siquiera
me ha dado tiempo de asimilarlo. En ese tiempo me he permitido volver
a sentir el inicio del amor.
Pero, ¿por qué me lo permito?
Necesito tiempo para pensar. Para saber
qué necesito, a quién quiero. Si es amor, si es solo consuelo.
Buscar una respuesta, algo de tranquilidad.
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