Casi podemos tocar el miedo que hay a nuestro alrededor. El Emperador fue atacado queriendo entrar en nuestra ciudad, por un ejercito veloz y casi invisible a nuestros ojos. No sabemos que ha sido de él, ni quien dirigía el ataque.
Ethan quiso aventurarse a averiguar que ocurría, pero solo trajo malas noticias: Kyra había desaparecido, no muerto, desaparecido. No se habían llevado los cadáveres en el camino, ella no tenía por qué ser una excepción.
Después, llegaron los mensajes. Conquista. Guerra. Cambio. A duras penas había podido contener a Ethan a mi lado, en el castillo, pues estaban empezarlo a sitiarlo, sin dejarnos escapatoria. Un combate abierto nos declararía hostiles, y el probablemente acabaría derrotado.
Nos llegaban noticias del exterior. Días que se hacían eternos. Escuchamos como nos advertían que nuestros compatriotas se acercaban, a pedir explicaciones. Eramos el objetivo, la amenaza, el punto de fractura en el que dejaban de recibirse noticias del hombre más poderoso de nuestra tierra.
Azotados por amigos y enemigos, y los días que están por llegar parecen cada vez más oscuros
Quisiera poder estar con vosotros, al menos todos juntos podemos pensar con más claridad...
ResponderEliminarEste paraje arenoso solo parece traer malas noticias.
~Kyra~