27 dic 2018

Lo mejor de la aventura

Esta noche apenas puedo dormir. No dejo de darle vueltas a todo lo que he vivido en el campamento de los soldados de Parscia. A veces me despierto tras haber soñado que soy yo la que está dentro de esas jaulas, mal nutrida y sucia, castigada físicamente y coaccionada. Ojalá el hombre al que ayudé a escapar se los hubiera llevado a todos. Ahora él debe estar lejos de aquí, a salvo. Quizá el odio creciendo en su corazón. Al igual que en el del Capitán Hefron.

El Capitán... me dan escalofríos de recordarlo. Lo que he hecho tras haber ayudado al prisionero de Ile-Rien ha desencadenado que, si era posible, su odio sea aún mayor que cuando llegué al campamento. No por eso me arrepiento de haber colaborado en su huida.

De hecho, creo que todos mis compañeros están preocupados por mí ahora debido a todo lo que he visto. Y es natural, yo también lo estaría en su lugar. Sin embargo, a pesar de todo lo horrible que he podido encontrar allí, no puedo evitar sentirme satisfecha por haber formado parte de todo eso durante este corto tiempo. Los soldados de Parscia me acogieron bien, al igual que los conversos de mi propia nación. Nunca imaginé que eso fuera posible, de hecho creo que no existe esa posibilidad en el bando de Ile-Rien.

Al menos el recuerdo de jugar con ellos, de contar anécdotas o historias de terror y de verles beber y fumar, olvidando durante unos momentos su destino, me hace sentir una agradable sensación dentro de mí.

Como decía mi hermana Ada: "Quédate siempre con lo mejor de la aventura, o si no todo lo malo que pueda ocurrirte será lo único que recuerdes al volver a casa".

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