3 sept 2018

De nuevo en la oscuridad, en el fango, en el silencio del que había escapado. Esta vez, sin seguidores que puedan hacerme ver que hay un sitio al que volver. Descuidé a los que encontré, en busca de una presa mayor, y ahora no hay NADA.

En este refugio no deberían encontrarme, ya deberían haberse cansado de buscarme en este lugar. Aunque sientan mi esencia, quizás la tormenta imparable en la que me he encerrado les ahuyente... y quien no tenga valor para intentar capturarme, quizás pase de largo y se conforme con saber que sigo aquí, herido y sin las fuerzas para volver.

Solo imaginando cómo vengarme de los mortales cualquier forma ya parece suficiente para hacer que esta eternidad sea más liviana. Especialmente cuando se trata de ella.

La oportunidad para hacer de este mundo un poco más fiel a su naturaleza está perdida.
La moneda de cambio que debía brindarme algo de paz, también perdida.
Así como el poder alimentarme de esa alma, tan aferrada a la vida, a aquello que amaba. Hubiera sufrido durante eones mientras la consumía.

En cualquier caso, hay un nexo inquebrantable que nos une ahora... y aunque en diferentes planos, ella sabrá que la observo, que la sigo... y que esperaré a capturarla cuando el momento llegue.

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