22 mar 2017

Cayó para no despertar en un tiempo. Se formó el caos aquella noche. Los pequeños, al descubrir lo que había pasado, se sentaron juntos y nos miraban a todos con miedo, como a desconocidos. Como si temieran que fueramos sombras que imitaban a sus seres queridos y que fueran a desaparecer en cualquier momento.

El único que parecía mantener la calma era el maldito mago, Sol, y al final acabó contagiándome su tranquilidad. Quizás haya experimentado en sus carnes demasiadas veces lo que es estar en situaciones parecidas, y no tema por mi hija.

Comienzan a parecerse demasiado, opinaría si alguien me preguntase, y eso me asusta más de lo que quiero admitir.

Por recomendación de Xanos, hemos tenido a bien separarlos a la pareja. No sabe ni tampoco yo quiero saber qué consecuencias tendría para Noruber el saber que la mujer con la que comparte su vida se ha desvanecido, todavía encinta además, para no despertarse en mucho tiempo.

¡Si incluso Iefel amenaza con seguir sus pasos! Apenas se recupera entre desmayo y desmayo.

Esta familia se cae a pedazos, cada vez lo tengo más claro, como las construcciones de Noruber si sigue moribundo. Muchas cosas están sucediendo y no siempre encuentro una cohesión, una explicación que me sea satisfactoria. Como si estuviera perdiendo hilos de toda esta historia...

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