1 jul 2018

Protegiendo vidas

Dicen que llegaron hasta Aevloran huyendo de la muerte y del silencio. Cruzaron el mar intentando pasar desapercibidas, cargando con un secreto que valía lo bastante como para perseguirlas hasta tan lejos.

De cualquier modo o trasfondo que las persiguiese, han llegado aquí y ahora es la protegida de la misma guardiana de la ciudad. Y por supuesto, toda su familia se ha volcado en su protección, tal vez incluso descuidando las amenazas que nada tengan que ver con todo este asunto.

No hay nada que temer, eso es cierto, ningún otro enemigo o ataque inminente que nos ponga en jaque... al menos no en un futuro próximo. Lo que queda de mi familia todavía está en paradero desconocido y tardará en volver a la carga, si es que todavía desean mi muerte.

Y no puedo evitar sentir algo de envidia por todo ese cariño, ese tiempo y esa dedicación volcados en su protección, en su seguridad, en que pueda sentirse tranquila a pesar de lo vivido.

No dejo de preguntarme si hubiera sido así, el cómo hubiera sido de tener la oportunidad.

También me cuestiono las consecuencias para toda la ciudad, para su familia, si me dejo llevar por el deseo más arraigado en mi corazón en estos últimos días. Si dejara que la sangre corriese por mis manos, ¿qué ocurriría?

¿Llegarían las tropas de los Benko a destruir aquello que dirijo, que todos los demás a mi alrededor no solo protegen si no que también aman? ¿Causaría la destrucción de esta pequeña paz que hemos construido? ¿Volvería a ver muestras de amor como las que he podido ver en estas horas pasadas?

Mucho en lo que reflexionar, demasiadas vidas a considerar... y un pasado que contemplar con añoranza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario