Antes no me preocupaba tanto por los
sentimientos.
Será que Aleks tiene razón y me he
adaptado demasiado al mundo, a mi parte humana.
¿Qué ha sido de mí?
Ojalá lo supiera, pero ni siquiera
recuerdo cómo era yo antaño. No soy más que una sombra de ello,
una muchacha que a veces saca sus alas para recordarse a sí misma
que no del todo humana.
Con lo fácil que sería... tan solo
vivir.
No me gustan las ataduras, quiero
dejarme llevar por los diferentes momentos de mi vida.
Pero no puedo.
Ellos inundan mi conciencia todo el
tiempo.
Andrea con sus recuerdos, con las
primeras veces y las emociones que conllevan.
Y Aleks con nuestro pasado e incluso
nuestro presente. Pero quizá solo está enamorado de Zafirel.
Desearía saber quién es Zafirel.
Pero estoy atrapada en un cuerpo que me
ha poseído a mí.
Que ironía, ¿no?